Riyadh Air debe volar a más de 100 destinos en todo el mundo para 2030. La aerolínea será propiedad total del fondo de riqueza soberana saudita PIF. Ese fondo ya está en conversaciones con Boeing y Airbus para la compra de unos ochenta aviones. Según el diario económico estadounidense ‘The Wall Street’ Journal, el fondo estaría cerca de un acuerdo con Boeing por unos 35.000 millones de dólares en aviones.
Con Riyadh Air, Arabia Saudita quiere competir con otras aerolíneas de Medio Oriente como Emirates, Qatar Airways y Etihad. El ex consejero delegado de esta última compañía, el británico Tony Douglas, ha sido designado para dirigir Riyadh Airlines.
Arabia Saudita espera que la nueva aerolínea contribuya con $ 20 mil millones al crecimiento económico del país. La nueva aerolínea también crearía 200.000 empleos directos e indirectos.
Hasta 2019, Arabia Saudita estuvo cerrada en gran medida a los visitantes. Pero el controvertido príncipe heredero Mohammed bin Salman quiere que su país sea menos dependiente de las crisis del precio del petróleo. Esto ha dado lugar a inversiones en complejos turísticos y aeropuertos, entre otras cosas.
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