Muchas mujeres son diagnosticadas con cáncer ginecológico cada año. Si recibe un diagnóstico de este tipo, es posible que no piense de inmediato en el impacto en su vida sexual. Sin embargo, la intimidad es una parte importante de su calidad de vida. Por eso creemos que es importante plantear de manera proactiva el tema de la ‘sexualidad’ con nuestros pacientes al principio del proceso de atención.
cáncer ginecológico
En 2019, casi 3000 mujeres en Bélgica fueron diagnosticadas con un cáncer ginecológico: un cáncer de vagina y vulva, cuello uterino (cuello uterino) u ovarios. En 2020-2021, tratamos 61 tumores ginecológicos invasivos en el departamento de Ginecología, Obstetricia y Fertilidad del campus Sint-Jan. Los avances en las opciones de detección y tratamiento han aumentado considerablemente las tasas de supervivencia para estos tipos de cáncer. Por eso, nos parece cada vez más importante estimar las consecuencias psicológicas y médicas a largo plazo en una etapa temprana del proceso de atención de nuestros pacientes y limitarlas en la medida de lo posible.
Impacto en la sexualidad
El cáncer tiene un impacto en su vida sexual de varias maneras. A menudo, su necesidad de intimidad y sexualidad no disminuye. Sin embargo, puede experimentar cambios en su experiencia sexual durante el tratamiento y, a menudo, mucho después. Si las dificultades sexuales ocurren y cómo se presentan difieren individualmente.
La cirugía, la radiación pélvica y la quimioterapia pueden afectar su función sexual. Por ejemplo, su pared vaginal puede ser menos sensible, o puede sufrir sequedad vaginal, disminución del deseo o trastornos menstruales.
Además, tu experiencia sexual puede cambiar. Los cambios físicos, como los síntomas repentinos de la menopausia, la caída del cabello o los cambios de peso, pueden afectar su imagen corporal y su autoestima. Sentirse menos femenino o deseable, o los sentimientos de vergüenza pueden interferir con su capacidad para experimentar placer sexual.
Finalmente, también tiene un impacto en su relación de pareja, porque la falta del poder de conexión de la intimidad puede ser una gran pérdida para usted y su pareja. También puede resultarle incómodo “comenzar” de nuevo después de un período prolongado sin sexualidad como resultado del tratamiento. Afortunadamente, hay varias formas de remodelar su relación sexual, como ajustar sus expectativas y contentarse con lo que todavía es posible, o buscar formas alternativas de excitarse y tener intimidad, sin penetración.
Herramientas
Las parejas a veces pueden explorar nuevas posibilidades por sí mismas, otras se benefician de la ayuda de un sexólogo. Dependiendo de sus preguntas y necesidades, también se pueden utilizar ciertas herramientas. Las pelotas son varillas de plástico que a menudo recomendamos después del tratamiento del cáncer ginecológico como material de ejercicio para mantener la flexibilidad de la vagina. Para la sequedad vaginal, un producto humectante puede ayudar a mantener húmedo el tejido vaginal durante varias horas. Los productos humectantes vaginales están disponibles en forma de tabletas vaginales, gel o crema. Por último, existen lubricantes que pueden ayudarte a humedecer los labios.
Comunicación clara
Aunque muchos pacientes con cáncer experimentan quejas sexuales durante y después del tratamiento, la comunicación y la atención siguen siendo deficientes. Por eso creemos que es importante plantear de manera proactiva el tema de la ‘sexualidad’ con nuestros pacientes al principio del proceso de atención. Podemos prevenir muchos problemas sexuales hablando de ellos antes. Un primer paso importante es discutir el tema en la sala de consulta e informarle como paciente sobre posibles cambios en su experiencia sexual. También nos gustaría enfatizar que la vida sexual después del cáncer todavía es posible y que podemos brindarle varios recursos en caso de dificultades.
Datos de contacto del departamento de Psicología del campus de Sint-Jan
t: 050 45 24 70
correo electrónico: [email protected]