Aviones de guerra atacan campos de refugiados de Gaza mientras Israel rechaza el llamado a suspender los combates

Aviones israelíes atacaron un campo de refugiados en la Franja de Gaza, matando al menos a 40 personas e hiriendo a decenas más, dijeron funcionarios de salud.

El ataque se produjo cuando Israel dijo que continuaría con su ofensiva para aplastar a los gobernantes de Hamas en el territorio, a pesar de los llamados de Estados Unidos a una pausa para hacer llegar ayuda a los civiles desesperados.

Israel se ha negado a detener su ofensiva, ni siquiera mediante breves pausas humanitarias propuestas por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, durante su gira por la región.

El Ministerio de Salud de Gaza dijo que más de 9.700 palestinos han muerto en el territorio en casi un mes de guerra, y que es probable que esa cifra aumente a medida que las tropas israelíes avancen hacia los densos barrios urbanos.

Los ataques aéreos alcanzaron el campo de refugiados de Maghazi en el centro de Gaza durante la noche, matando al menos a 40 personas e hiriendo a otras 34, dijo el Ministerio de Salud.

Un periodista de Associated Press en un hospital cercano vio ocho niños muertos, incluido un bebé, que habían sido traídos después del ataque.

Arafat Abu Mashaia, que vive en el campamento, dijo que el ataque aéreo derribó varias casas de varios pisos donde se refugiaban personas obligadas a abandonar otras partes de Gaza.

“Fue una verdadera masacre”, dijo a primera hora del domingo mientras se encontraba entre los escombros de las casas destruidas. “Todos aquí son gente pacífica. Desafío a cualquiera que diga que hubo resistencia (combatientes) aquí”.

No hubo comentarios inmediatos del ejército israelí.

El campamento, una zona residencial urbanizada, se encuentra en la zona de evacuación donde el ejército de Israel había instado a los civiles palestinos a buscar refugio mientras centra su ofensiva militar en el norte.

Otro ataque aéreo alcanzó el domingo una casa cerca de una escuela en el campo de refugiados de Bureji, en el centro de Gaza, y el personal del Hospital Al-Aqsa dijo que al menos 13 personas murieron. El campo alberga a unas 46.000 personas y también fue atacado el jueves.

Mientras tanto, la Franja de Gaza sufrió su tercer corte total de comunicaciones desde el inicio de la guerra, y la empresa de comunicaciones palestina Paltel dijo que todos sus servicios de comunicaciones e Internet estaban caídos. El grupo de defensa del acceso a Internet NetBlocks.org informó de un “nuevo colapso de la conectividad” en todo el enclave asediado.

“Hemos perdido comunicación con la gran mayoría de los miembros del equipo de la UNRWA”, dijo a Associated Press la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Juliette Touma. El primer apagón en Gaza duró 36 horas y el segundo, unas pocas horas.

A pesar de los llamamientos, Israel ha continuado sus bombardeos en toda Gaza, diciendo que está apuntando a combatientes y activos de Hamas en todas partes y acusándolo de utilizar civiles como escudos humanos. Los críticos dicen que los ataques de Israel son a menudo desproporcionados, considerando el gran número de civiles muertos.

Grandes zonas de barrios residenciales en el norte de Gaza han sido arrasadas por ataques aéreos. La oficina de la ONU para asuntos humanitarios dice que más de la mitad de los residentes restantes, estimados en alrededor de 300.000, se están refugiando en instalaciones administradas por la ONU, pero los ataques israelíes también han golpeado y dañado repetidamente esos refugios.

Los aviones israelíes volvieron a arrojar panfletos instando a la gente a dirigirse hacia el sur durante un período de cuatro horas el domingo. Se podía ver a una multitud de personas caminando por la principal carretera norte-sur de la Franja de Gaza con sólo lo que podían llevar en sus brazos.

Otro ataque aéreo israelí durante la noche alcanzó un pozo de agua en Tal al-Zatar, en el norte de Gaza, cortando el suministro a decenas de miles de personas, dijo en un comunicado el municipio dirigido por Hamás en la ciudad de Beit Lahia.

La ONU dijo que alrededor de 1,5 millones de personas en la Franja de Gaza, o el 70% de la población, han huido de sus hogares. Los alimentos, el agua y el combustible necesarios para los generadores que alimentan hospitales y otras instalaciones se están agotando.

La guerra ha avivado las tensiones en toda la región, con Israel y el grupo militante libanés Hezbolá intercambiando disparos repetidamente a lo largo de la frontera.

En la ocupada Cisjordania, al menos dos palestinos fueron asesinados a tiros durante una redada de arresto israelí en Abu Dis, en las afueras de Jerusalén, según el Ministerio de Salud palestino. El ejército dijo que un militante que había creado una célula armada y disparado contra las fuerzas israelíes murió durante el ataque.

Al menos 150 palestinos han muerto en Cisjordania desde el inicio de la guerra, principalmente durante protestas violentas y tiroteos durante redadas de arresto.

Miles de israelíes protestaron el sábado frente a la residencia oficial del Primer Ministro Benjamín Netanyahu en Jerusalén, instándolo a dimitir y pidiendo el regreso de aproximadamente 240 rehenes en poder de Hamás.

Se ha negado a asumir la responsabilidad por el ataque del 7 de octubre perpetrado por Hamás en el sur de Israel, que mató a más de 1.400 personas. Los continuos lanzamientos de cohetes palestinos han obligado a decenas de miles de personas en Israel a evacuar sus hogares.

En otro reflejo de la ira generalizada en Israel, un ministro subalterno del gobierno, Amihai Eliyahu, sugirió en una entrevista radial el domingo que Israel podría lanzar una bomba atómica sobre Gaza. Más tarde se retractó de los comentarios, diciendo que eran “metafóricos”.

Netanyahu emitió un comunicado diciendo que los comentarios del ministro “no estaban basados ​​en la realidad” y que Israel continuaría tratando de evitar dañar a los civiles. Suspendió a Eliyahu de las reuniones del gabinete, pero la medida no tiene ningún efecto práctico.

Entre los palestinos asesinados en Gaza hay más de 4.800 niños, dijo el Ministerio de Salud, sin proporcionar un desglose de civiles y combatientes.

El ejército israelí dijo que 29 de sus soldados murieron durante la operación terrestre.