Algunas modificaciones epigenéticas se pueden heredar, pero no siempre es así.
El profesor Olsen dijo: “Todavía no sabemos si las marcas de ácido láctico se heredan.
“Pero si lo son, podría ser interesante estudiar el posible efecto de, por ejemplo, la dieta, el sueño y el ejercicio físico en las marcas epigenéticas de la próxima generación.
“Para responder a esa pregunta, podría comenzar estudiando, por ejemplo, ratones u otros modelos animales”.
Los investigadores tienen la esperanza de que, además de ampliar la gama de posibles tratamientos contra el cáncer, puedan mejorar nuestra comprensión de la epigenética.