Según los investigadores, la continuación de la terapia con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) se asocia con mejores resultados clínicos, a pesar de la fluctuación temprana en el potasio sérico.
En un análisis post hoc del ensayo Action in Diabetes and Vascular Disease: Preterax and Diamicron Modified Release Controlled Evaluation (ADVANCE), los investigadores examinaron datos de 9694 pacientes con diabetes tipo 2 (de 55 años o más) con normopotasemia que iniciaron una dosis fija de perindopril-indapamida por su alto riesgo de eventos cardiovasculares. Después de un período de preinclusión de 6 semanas en el ensayo original, los pacientes fueron asignados al azar para continuar con la terapia con inhibidores de la ECA o recibir placebo.
Usando el valor de potasio sérico a las 3 semanas después del inicio del inhibidor de la ECA, los investigadores clasificaron a los pacientes en grupos con hiperpotasemia (5,0 mEq/L o más en el 5,6 %), normopotasemia (93,2 %) e hipopotasemia (menos de 3,5 mEq/L en el 1,0 %). .
Durante una mediana de 4,4 años, 1505 pacientes (15,5 %) experimentaron el resultado principal compuesto de eventos macrovasculares y microvasculares mayores.
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Estos hallazgos sugieren que la suspensión de [renin-angiotensin-system] la terapia basada en inhibidores después de la hiperpotasemia puede disminuir los beneficios en términos de reducción del riesgo a largo plazo de eventos vasculares y muerte, aunque se necesita mucha atención a la hiperpotasemia grave, que puede causar arritmias potencialmente mortales.
La continuación del inhibidor de la ECA redujo significativamente el riesgo del resultado primario en un 9 % con una diferencia absoluta de 38,1 frente a 42,0 por 1000 años-persona con placebo, Toshiaki Ohkuma, PhD, del Instituto George para la Salud Global, Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia , y colegas informaron en el Revista clínica de la Sociedad Americana de Nefrología. La terapia con inhibidores de la ECA también redujo significativamente el riesgo de muerte por todas las causas y muerte cardiovascular en un 14 % y un 18 %, respectivamente. La magnitud del efecto no difirió significativamente por subgrupo de potasio sérico.
“Estos hallazgos sugieren que la suspensión de [renin-angiotensin-system] la terapia basada en inhibidores después de la hiperpotasemia puede disminuir los beneficios en términos de reducción del riesgo a largo plazo de eventos vasculares y la muerte, aunque es necesario prestar mucha atención a la hiperpotasemia grave, que puede causar arritmias potencialmente mortales”, concluyó el equipo del Dr. Ohkuma. Se necesitan estudios de intervención adicionales para confirmar los hallazgos.
Divulgación: algunos autores del estudio declararon afiliaciones con compañías biotecnológicas, farmacéuticas y/o de dispositivos. Consulte la referencia original para obtener una lista completa de las declaraciones de los autores.
Este artículo apareció originalmente en Noticias renales y de urología