Leipzig/Essen | ¿Cuándo se convierte en un problema el consumo de refrigerios nocturnos?

Leipzig/Essen (dpa/tmn) – Para la película hay patatas fritas y chocolate. Y cuando vuelves a casa de la fiesta por la noche, la bolsa de falafel o kebab es imprescindible para mucha gente. Comer tarde o por la noche: casi todos lo hacemos de vez en cuando.

Según las estimaciones, alrededor de 1,5 millones de personas se levantan incluso por la noche para comer algo, como afirma Martin Teufel. Es presidente de la Sociedad Alemana de Trastornos de la Alimentación.

Hay muchas razones para esto. Comer tarde y por la noche también puede ser síntoma de un trastorno alimentario: el síndrome de alimentación nocturna (NES).

¿Cuándo exactamente comer por la noche es un trastorno alimentario?

Cualquier persona afectada por el síndrome de alimentación nocturna come cantidades excesivas a altas horas de la noche, a veces después de haber dormido.

“Al menos el 25 por ciento de las calorías diarias se consumen tarde”, afirma Anja Hilbert, profesora de medicina conductual en el Hospital Universitario de Leipzig. Pero lo que significa “regularmente” no está científicamente definido; todavía faltan investigaciones.

Sin embargo, la sugerencia de la profesora de psicología estadounidense Kelly C. Allison sirve de guía: según ella, el trastorno puede existir si se come por la noche al menos dos días a la semana durante al menos tres meses.

Pero eso por sí solo no es suficiente para un diagnóstico. Las personas que trabajan por turnos también tienen este tipo de conducta alimentaria. Si no comen lo suficiente durante el día, sucederá en mitad de la noche.

“Además, en el síndrome de comer nocturno siempre hay un componente psicológico”, afirma Anja Hilbert. Por lo tanto, se trata de algo más que la falta de una estructura alimentaria en la vida cotidiana.

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Con consecuencias: algunas personas con NES desarrollan sobrepeso u obesidad. Comer por la noche también puede tener un efecto negativo en el sueño y luego en la vida cotidiana. Los sentimientos de culpa y vergüenza por su comportamiento también pueden ser un problema para los afectados.

¿Quién desarrolla este trastorno alimentario?

Según las investigaciones actuales, alrededor del uno por ciento de las personas padecen el síndrome de alimentación nocturna. En Alemania serían unos 830.000 afectados.

“El número de casos no denunciados probablemente sea elevado”, afirma Anja Hilbert. Porque es un trastorno alimentario poco conocido. “Ni los expertos ni los afectados saben mucho al respecto”. La distinción, por ejemplo, del trastorno por atracón, en el que se producen atracones recurrentes, no es fácil de reconocer para todos.

No se sabe mucho sobre las causas y los factores de riesgo. Los investigadores ven una conexión entre NES, el trastorno de ansiedad y la depresión. “Cuando estás triste o tienes miedo, comer reconfortante es una estrategia obvia”, dice Anja Hilbert.

Otro factor de riesgo podría ser el estrés. Los científicos también han observado agrupaciones familiares, por lo que los genes también pueden desempeñar un papel. El síndrome de alimentación nocturna ocurre con mayor frecuencia en personas con sobrepeso y obesidad.

¿Qué diferencia al síndrome de alimentación nocturna de otros trastornos alimentarios?

“A diferencia de muchos otros trastornos alimentarios, también se presenta con frecuencia en hombres”, afirma Martin Teufel, director de la Clínica de Medicina Psicosomática y Psicoterapia del Hospital Universitario LVR de Essen.

Otra diferencia importante con respecto a otros trastornos alimentarios: en las personas con NES, el reloj interno no está sincronizado. “Hay indicios en la literatura de investigación de que no sólo los tiempos de sueño y vigilia están cambiando, sino que también las hormonas están en desorden”, dice Anja Hilbert.

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Esto podría afectar, por ejemplo, a la hormona melatonina, que ayuda a conciliar el sueño. Y también la leptina, una hormona que controla la sensación de saciedad y, con un ritmo saludable día-noche, consigue que no llegue el hambre por la noche. Según Hilbert, todavía no se sabe si este cambio hormonal es la causa o la consecuencia de comer tarde.

¿Cuándo debo buscar ayuda?

Quien come regularmente a altas horas de la noche y no siente por ello ningún malestar psicológico, físico o social no necesita ir al médico, dice Teufel. “Pero si noto que no puedo salir, que no duermo bien o que estoy desarrollando una mala imagen corporal, esos son motivos para investigar”.

Anja Hilbert opina lo mismo: “El criterio importante para el tratamiento es que usted lo padezca o se sienta afectado”.

¿Cómo se trata este trastorno alimentario?

La buena noticia: existen opciones de tratamiento. Por ejemplo, mediante psicoterapia o fototerapia. El tratamiento adecuado depende de cada paciente, afirma Martin Teufel.

Una buena primera opción es consultar a su médico de cabecera. Si los pacientes también notan un aumento de peso, el asesoramiento nutricional también puede resultar útil.

“Si luego tienes la sensación de que podría haber más, también puede tener sentido acudir a un psicoterapeuta especializado en trastornos alimentarios y nutricionales”, afirma Martin Teufel.

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2023-11-03 03:34:31
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