El Liverpool ganó la FA Cup al derrotar al Chelsea por 6-5 en los penaltis en la final disputada en Wembley. Pero la lesión de Mohamed Salah pesa sobre el título de cara a la final del 28 de mayo de la Champions League ante el Real Madrid. El máximo goleador de la Premier League abandonó el terreno de juego quejándose de un fuerte dolor en la ingle derecha.
Como en la final de la Copa de la Liga de finales de febrero, el conjunto de Jürgen Klopp venció al dirigido por Thomas Tuchel desde los 11 metros en Wembley, en un partido reñido pero sin muchas ocasiones, aunque con tres poles. La primera parte estuvo marcada por la lesión de Salah. En la segunda parte el Chelsea aumentó la presión y Marcos Alonso pegó en el larguero de falta directa pero al final los reds protagonizaron un auténtico asedio. Con el 0-0, el Chelsea se atrevió más en la prórroga pero sin desempatar. Mendy devolvió la esperanza al Chelsea en los penaltis al detener el disparo de su compatriota Mané tras el penalti fallado por Azpilicueta.
Acto seguido, sin embargo, Alisson neutralizó el remate de Mount y luego Tsimikas transformó el penalti que le dio al Liverpool la octava FA Cup, la primera desde 2006.