A mi hija adulta le acaban de diagnosticar autismo y está muy alterada. Lo peor para ella es ser excluida de sus amigos y verles sin ella en las redes sociales. No hizo amigos en la universidad; uno está en otra universidad haciendo su maestría y vive en el extranjero. ¿Debería intentar reunirse con uno o dos amigos para decirles cómo se siente?
Hacer amigos puede ser un gran desafío para algunas personas y cuando eres una persona que vive con neurodiversidad, puede serlo aún más.
Todos necesitamos amigos en nuestras vidas, aunque puede resultar difícil encontrar personas que te comprendan, que disfruten estar contigo y con quienes sientas una conexión genuina.
Deduzco de su correo electrónico que los problemas de amistad de su hija son anteriores a su diagnóstico formal.
Este diagnóstico puede haberle traído una mezcla de alivio y angustia, ya que pone en contexto algunas de sus luchas y ayuda a explicar por qué algunos aspectos de sus amistades han sido difíciles de manejar.
Hay dos enfoques a considerar: acercarse a los amigos existentes y crear nuevos grupos de amistad.
Podría ponerse en contacto con uno o dos de sus grupos de amigos y compartir su viaje a través de este diagnóstico y cómo está procesando luchas anteriores a través de esta nueva lente de comprensión. Compartir sus ideas y reflexiones también puede ayudar a que sus amigos la comprendan mejor. No hay garantía de que ser abierta sobre su diagnóstico impulse una reconexión con amigos, por lo que manejar las expectativas es importante aquí.
Lo que necesitamos de nuestros amigos y con quién queremos conectarnos cambia y evoluciona a lo largo de la trayectoria de nuestras vidas. A medida que nuestras circunstancias cambian, es posible que pasemos menos tiempo con algunos amigos y formemos nuevas amistades. Esto suele ser pronunciado en la transición de la escuela secundaria a la universidad, cuando grupos de amistades que antes eran estrechos pueden dividirse a medida que las personas se mueven en diferentes direcciones y llenan sus vidas con nuevas personas e intereses.
También vale la pena sentarse con su hija y explorar sus intereses.
A continuación, comprueba si tu localidad cuenta con clases, grupos o clubes para esos intereses. Esto le permite pasar tiempo estructurado cada semana con personas con las que comparte intereses.
Conocer gente nueva puede ser una experiencia estresante para algunas personas que viven con neurodiversidad, por lo que la estructura de una clase fija o una reunión cada semana puede ayudar.
Es posible que desee probar ambos enfoques, pero de todos modos, está claro que su hija ha estado luchando y experimentando aislamiento y soledad. Le sugiero que se conecte con un profesional de la salud mental (psicólogo clínico o psicoterapeuta) que se especialice en neurodiversidad. El profesional que la diagnosticó puede ser la mejor persona para comenzar con dicha derivación.
- Si tiene alguna pregunta para la psicoterapeuta infantil Dra. Joanna Fortune, envíela a [email protected]
2023-11-21 02:00:00
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