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Un entrenador físico ha señalado seis situaciones en las que, paradójicamente, es más beneficioso para la salud evitar ir al gimnasio. Aunque el ejercicio regular es fundamental, existen circunstancias específicas donde forzar la actividad física podría ser contraproducente.
Según el experto, estas situaciones incluyen:
- Estar enfermo: Intentar entrenar con fiebre, tos o malestar general puede debilitar aún más el sistema inmunológico y prolongar la enfermedad.
- Sentir dolor agudo: Ignorar el dolor y continuar ejercitando puede agravar la lesión y retrasar la recuperación.
- Estar extremadamente estresado: El estrés crónico eleva los niveles de cortisol, y añadir ejercicio intenso en este estado puede ser demasiado exigente para el cuerpo.
- No haber dormido lo suficiente: La falta de sueño afecta negativamente el rendimiento físico y aumenta el riesgo de lesiones.
- Tener una mala alimentación: Entrenar sin una nutrición adecuada puede llevar a la fatiga, la pérdida de masa muscular y un sistema inmunológico comprometido.
- Sentirse mentalmente agotado: El agotamiento mental puede disminuir la motivación y la concentración, lo que aumenta el riesgo de errores y lesiones.
El entrenador enfatiza que escuchar al cuerpo y priorizar el descanso y la recuperación son componentes esenciales de un programa de ejercicios saludable y sostenible.
