Un brote de enfermedades prevenibles por vacunación pone de manifiesto la necesidad urgente de campañas de inmunización masiva en Sudán. En junio, se llevaron a cabo campañas de vacunación a gran escala en la región de Jebel Marra, en Darfur Central, sin embargo, Zalingei, así como Darfur del Sur y Darfur del Oeste, quedaron fuera de la cobertura. Precisamente en estas áreas, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) están observando un aumento significativo de casos.
MSF ya había advertido en ese momento que las campañas tendrían un impacto limitado a corto plazo. Si bien se han realizado algunos esfuerzos para suministrar vacunas e insumos médicos, existe una necesidad imperiosa de una campaña de vacunación masiva y de ampliar los programas de vacunación de rutina para detener la propagación de las enfermedades.
Actualmente, los equipos de MSF en Darfur también están atendiendo a pacientes con difteria, tos ferina y otras enfermedades que se pueden prevenir con vacunas. “Lo que se necesita urgentemente ahora es que el Ministerio de Salud, con el apoyo de socios sanitarios, incluido UNICEF, reanude la inmunización de rutina y garantice un suministro adecuado de vacunas”, declaró Ahmed Fadel, coordinador de emergencias de MSF en Darfur. “Se podrían salvar innumerables vidas, pero después de más de dos años y medio de guerra, el mundo sigue fallando al pueblo de Sudán”.
Esta situación se produce en un contexto global desafiante. En 2024, 59 países han reportado brotes importantes de sarampión, casi el triple de los reportados en 2021, que ya era el número más alto desde el inicio de la pandemia. Además, los recortes profundos en la financiación de la Red Global de Laboratorios de Sarampión y Rubéola y de los programas nacionales de inmunización amenazan con ampliar las brechas de inmunidad y provocar más brotes.
