Cuando pensamos en mariposas, es probable que imaginemos insectos inconfundibles con alas brillantes y llamativas. Sin embargo, resulta que las especies de mariposas individuales a veces son sorprendentemente difíciles de distinguir. Aquí es donde entran en juego las colecciones de museos y el análisis genético, un equipo de ensueño para la biología.
“Gracias a la revolución genética y a la colaboración de investigadores y museos de varios países, liderados por el Museo de Historia Natural de Londres, las mariposas centenarias ahora nos hablan”, Christophe Faynel, entomólogo de la Société entomologique Antilles Guyane, afirmó en un comunicado. “Al comparar el ADN moderno con el ADN antiguo de especímenes históricos, podemos resolver especies confusas y desapercibidas, y descubrir una mayor biodiversidad de la que se conocía anteriormente.”
Un equipo internacional de científicos, en el marco de AMISTAD, un nuevo proyecto de investigación liderado por el Museo de Historia Natural de Londres, está clasificando a los miembros de un grupo de mariposas azules sudamericanas. Utilizando más de 1.000 muestras de colecciones de todo el mundo, descubrieron nueve especies de mariposas previamente no identificadas dentro del género Thereus. Este género de mariposas de alas delicadas se encuentra en la región neotropical. El equipo priorizó las especies de Thereus en riesgo, ya que los bosques tropicales de Sudamérica sufren una rápida deforestación.
Plate illustrating the forewing androconia of 16 male butterflies in the Thereus genena species group, revealing distinctive scent-scale patterns used to differentiate the species. Image: Zootaxa
El equipo también recuperó material genético de la pata de una mariposa de más de 100 años utilizando una técnica de secuenciación de ADN de vanguardia. Con este material, pudieron estudiar las diminutas distinciones físicas entre mariposas tan visualmente similares que los entomólogos pensaron que eran la misma especie. El examen genético confirmó las diferencias ocultas justo delante de sus narices.
El equipo se centró específicamente en un grupo de mariposas neotropicales llamado el grupo de especies genena dentro de la subfamilia Theclinae, que se creía que consistía en solo cinco especies. Los resultados de Faynel y sus colegas, publicados recientemente en Zootaxa, arrojan nueva luz sobre nuestras compañeras criaturas terrestres, ayudándonos a comprender las diversas relaciones entre las especies y a dirigir los esfuerzos de conservación hacia aquellas potencialmente en peligro de extinción.
“Algunas de las especies recién identificadas fueron recolectadas hace un siglo en hábitats que podrían ya no existir, poniendo en riesgo la existencia de estas especies y destacando la urgencia de este trabajo”, dijo Blanca Huertas, Curadora Principal de Mariposas en el Museo de Historia Natural y coautora del estudio.
Las especies recién nombradas incluyen Thereus cacao, T. ramirezi y T. confusus, con investigadores que se inspiraron en regiones, científicos locales y el nudo taxonómico que superaron, presumiblemente entre otros.
En última instancia, el estudio también es un testimonio del valor científico perdurable de las colecciones. El Museo de Historia Natural alberga “cinco millones de especímenes de mariposas, lo que representa aproximadamente el 6% de toda la colección”, concluyó Blanca. “Con algunos de estos especímenes que datan del siglo XVII, las colecciones del Museo son un archivo irremplazable de la vida de nuestro planeta, que permite a científicos e investigadores estudiar especies que pueden ya no existir o que se sabe que están en riesgo.”
