La crisis del príncipe Andrew se agudiza tras una reciente medida de la policía Metropolitana de Londres, en medio de la creciente presión pública en contra del ex miembro de la realeza.
Según informes, el duque de York ha sido privado de su certificado de armas de fuego tras una visita de agentes de la policía Metropolitana a su residencia en Windsor, el Royal Lodge, en noviembre. Esta acción se considera el primer golpe significativo de las autoridades británicas desde que el rey Carlos III le retiró sus títulos reales y le instó a abandonar su lujosa residencia.
La decisión podría aumentar las preocupaciones de Andrew, quien solía ser un asiduo a exclusivos eventos de tiro en todo el país. Los agentes de la unidad de licencias de armas de fuego de la Met se presentaron en la propiedad de Berkshire el mes pasado para solicitar al príncipe que entregara voluntariamente su certificado.
Un portavoz de la Met Police declaró al periódico The Sun: “El miércoles 19 de noviembre, agentes de licencias de armas de fuego se presentaron en una dirección en Windsor para solicitar a un hombre de unos 60 años que entregara voluntariamente su certificado de armas de fuego y escopeta”. Añadió: “El certificado fue entregado y no haremos más comentarios al respecto por el momento”.
Se afirma también que Andrew inicialmente envió a un miembro del personal a hablar con los agentes visitantes antes de acceder a entregar su certificado. No hay informes sobre si la policía confiscó armas de la propiedad, pero sí se ha informado que se han impuesto restricciones en cuanto a las condiciones de almacenamiento y acceso. Esta medida sugiere que Andrew ya no podrá utilizar armas de fuego por su cuenta ni transportarlas sin una estricta supervisión.
Según los informes, las licencias de armas de fuego son revisadas rutinariamente por las fuerzas del orden, quienes pueden actuar si el titular experimenta un cambio en sus circunstancias o si surgen preocupaciones por la seguridad pública.
