El mundo del biatlón está en shock tras el fallecimiento del noruego Sivert Guttorm Bakken, de 27 años. La Federación Noruega de Biatlón anunció este martes 23 de diciembre que el atleta fue encontrado sin vida en su habitación de hotel en Lavaze, Italia. Según un comunicado de la federación, Bakken tenía una máscara de altitud cuando fue descubierto.
Las autoridades italianas han iniciado una investigación y se realizará una autopsia para determinar las circunstancias de su muerte.
Los Juegos Olímpicos de 2026, un sueño truncado
Sivert Guttorm Bakken, considerado una gran promesa del biatlón noruego, aspiraba a participar en los Juegos Olímpicos de 2026 después de superar problemas cardíacos que lo mantuvieron alejado de las pistas durante varios años. El público francés tuvo la oportunidad de verlo competir recientemente en la etapa de la Copa del Mundo de Biatlón en Grand-Bornand los días 20 y 21 de diciembre de 2025, donde ocupó el puesto 13 en la clasificación general y el quinto lugar en la prueba de sprint. Se esperaba que fuera parte del equipo noruego para los Juegos de Milán-Cortina del 6 al 22 de febrero de 2026.
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Bakken se encontraba en un campamento de entrenamiento en Italia preparándose para la etapa de Oberhof, Alemania, cuando falleció por causas aún desconocidas. El biatlón noruego lamenta la pérdida de un talento excepcional, que ganó su primera Copa del Mundo en 2022 en Oslo Holmenkollen, en la mass start de 15 km, y obtuvo el pequeño globo de cristal en esa prueba.
Problemas cardíacos relacionados con el Covid-19
La carrera de Bakken se vio interrumpida debido a problemas cardíacos. Los médicos diagnosticaron una miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, que según él, estaba relacionada con los efectos secundarios de tres dosis de la vacuna contra el Covid-19. En una entrevista con TV2 en julio de 2024, declaró: «Después de unos días, empecé a sentir cada vez más dolor, como si alguien me apretara el corazón con un puño. Había tenido problemas de fibrilación en el pasado, así que pensé que este dolor estaba relacionado con eso, pero ahora sé que no era la causa. En los meses siguientes, la situación empeoró, fue difícil para mí y a veces tenía mucho miedo, porque no había fin a la vista. Deseaba que desapareciera para poder seguir adelante con mi vida sin dolor intenso. Incluso el aspecto deportivo y mi carrera en biatlón ya no me importaban». Después de dos años sin poder entrenar, el biatlón pudo regresar a la competición en 2024.
