La “impresora de dinero” global se encuentra en un punto crítico, y se anticipa que 2026 será un año aún más intenso en este sentido.
Por “impresión de dinero” se refiere a la economía real, el dinero inflacionario, es decir, el dinero que gastamos a diario (principalmente depósitos bancarios mantenidos por hogares y corporaciones), y no a otro indicador de liquidez, según informa Investing.com.
El año 2025 se posicionó como uno de los más activos en términos de impresión monetaria a nivel mundial, superado únicamente por 2017 y 2020.
Recordemos que en 2020 se implementó un importante estímulo fiscal global para proteger las economías de la recesión provocada por la pandemia de Covid-19.
En 2017, se observó una impresión de dinero coordinada a nivel global, liderada por China, junto con bajas tasas de interés que incentivaron las hipotecas y el endeudamiento privado.
El resultado fue un crecimiento económico sólido a nivel mundial. Incluso Europa logró registrar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superior al 3% en 2017.
La máquina de imprimir dinero continúa operando a plena capacidad, lo que se traduce en un crecimiento nominal sostenido (a menudo acompañado de una inflación que se mantiene por encima del objetivo en muchas economías) y un aumento significativo en los precios de los activos.
¿Qué se puede esperar de 2026? Se prevé que sea aún más turbulento debido a los importantes paquetes fiscales que se están preparando en Estados Unidos, Alemania, Corea del Sur, Suecia, Japón y Australia. Otros países también se están sumando a esta tendencia.
