Una coalición de 19 estados y el Distrito de Columbia demandó el martes al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU., a su secretario Robert F. Kennedy Jr. y a su inspector general, por un plan anunciado que podría poner fin a la atención de afirmación de género para jóvenes en todo el país.
Newsweek contactó al HHS por correo electrónico el jueves fuera del horario laboral habitual para solicitar comentarios.
El jueves pasado, Kennedy anunció que el departamento suspendería todos los pagos de Medicaid y Medicare a cualquier hospital y centro que brinde atención de afirmación de género a menores. Consideró que tratamientos como los bloqueadores de la pubertad, la terapia hormonal y las cirugías son inseguros e ineficaces para niños y adolescentes que experimentan disforia de género, el malestar que se siente cuando la percepción personal del propio género no coincide con el sexo biológico.
Kennedy también afirmó que los médicos que brinden este tipo de atención podrían ser excluidos de los programas federales de salud como Medicare y Medicaid.
Para los estados que demandan al departamento, la declaración es ilegal y un intento de extralimitación gubernamental.
Por qué es importante
La atención de afirmación de género, según la descripción de la Organización Mundial de la Salud (OMS), proporciona una combinación de intervenciones sociales, psicológicas, conductuales o médicas, que incluyen tratamiento hormonal o cirugía, “diseñadas para apoyar y afirmar la identidad de género de un individuo”.
Para los menores que están experimentando cambios hormonales significativos mientras experimentan disforia de género, este tipo de tratamiento puede ofrecer un tiempo valioso y un apoyo significativo.
Sin embargo, el liderazgo republicano en todo el país ha estado reprimiendo los derechos transgénero en los últimos años, incluida la atención de afirmación de género para menores. En sus primeros días de regreso en el cargo este año, el presidente Donald Trump calificó dicha atención para niños y adolescentes como “una mancha en la historia de nuestra nación”.
A pesar del hecho de que los derechos trans se han convertido en un tema crucial de las llamadas guerras culturales, un estudio publicado en JAMA Pediatrics en enero encontró que menos de uno de cada 1,000 adolescentes estadounidenses con seguro comercial, o menos del 0.1 por ciento, recibió medicamentos de afirmación de género entre 2018 y 2022.
Lo que debes saber
El martes, una coalición de 19 estados de mayoría demócrata presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en Eugene, Oregón, alegando que la declaración de Kennedy de que los tratamientos de afirmación de género “no cumplen con los estándares de atención médica profesionalmente reconocidos” es inexacta e ilegal.
Los 19 estados que demandan a la administración Trump por su plan de eliminar la financiación federal de los hospitales que brindan atención de afirmación de género a menores son California, Colorado, Connecticut, Delaware, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Wisconsin y Washington, así como el Distrito de Columbia.
Todos estos estados tienen una legislatura dominada por el Partido Demócrata o un gobernador demócrata, o ambos.
La declaración de Kennedy de que los tratamientos de atención de afirmación de género son, esencialmente, “negligencia médica”, como dijo la semana pasada, se basó en un informe emitido por su agencia el mes pasado.
El estudio revisado por pares, titulado “Tratamiento para la disforia de género pediátrica”, concluyó que los beneficios de la intervención médica en menores que experimentan estas afecciones son inciertos, mientras que los riesgos son mejor conocidos.
La demanda argumenta que el HHS está tratando de obligar a los médicos y hospitales a dejar de ofrecer atención de afirmación de género, eludiendo los requisitos legales para los cambios de política, incluida la solicitud de la opinión pública. Pide al tribunal que bloquee la aplicación de la declaración.
El HHS afirma que tiene derecho a excluir a los hospitales de los programas federales de atención médica por no cumplir con los nuevos estándares declarados, mientras que los fiscales generales de los 19 estados que demandan a la agencia afirman que la regulación de la práctica médica debe ser prerrogativa de los estados, no del gobierno federal.
Lo que dicen las personas
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien lideró la demanda, dijo en un comunicado el martes: “El secretario Kennedy no puede cambiar unilateralmente los estándares médicos publicando un documento en línea, y nadie debería perder el acceso a la atención médica necesaria porque su gobierno federal intentó interferir en las decisiones que pertenecen a los consultorios médicos”.
Su oficina agregó en un comunicado: “Al intentar imponer un estándar nacional único y amenazando con castigar a los proveedores que se adhieren a la atención basada en evidencia y bien establecida, el HHS está interfiriendo ilegalmente en las decisiones que deben tomar los médicos y sus pacientes”.
El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., dijo sobre los tratamientos de afirmación de género para menores en una conferencia de prensa el jueves pasado: “Esto no es medicina, es negligencia médica”.
El Dr. Mehmet Oz, administrador de los Centros de Medicare y Medicaid, dijo en la misma conferencia de prensa el jueves pasado: “Queremos que nuestros hospitales vuelvan a sanar, no a dañar, a los pacientes que les han sido confiados, o van a pagar un precio muy alto”.
Jim O’Neill, el viceministro del Departamento de Salud, dijo en la conferencia de prensa: “Los hombres son hombres. Los hombres nunca pueden convertirse en mujeres. Las mujeres son mujeres. Las mujeres nunca pueden convertirse en hombres”.
Kelley Robinson, presidenta de la Campaña de Derechos Humanos, dijo la semana pasada sobre la declaración: “Estas reglas son propuestas, no leyes vinculantes. Los miembros de la comunidad, los proveedores de atención médica, los administradores y nuestros aliados deben alzar la voz para expresar su rechazo compartiendo las formas en que estas propuestas serían devastadoras para sus familias y la comunidad de atención médica en general”.
La Dra. Susan Kressly, presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, dijo en un comunicado la semana pasada: “Permitir que el gobierno determine qué grupos de pacientes merecen atención establece un precedente peligroso, y los niños y las familias sufrirán las consecuencias”.
¿Qué sigue?
Si la administración Trump recortara la financiación federal a los hospitales que brindan atención de afirmación de género, las consecuencias serían significativas para los proveedores de atención médica.
Según KFF, un grupo de investigación de políticas de salud sin fines de lucro, Medicare y Medicaid representan casi el 45 por ciento del gasto en atención hospitalaria en los EE. UU.
Junto con la declaración de Kennedy, el HHS también ha propuesto dos nuevas reglas que cambiarían los requisitos para que los hospitales participen en Medicare y Medicaid, prohibiendo efectivamente la atención de afirmación de género para menores.
Estas reglas no pueden finalizarse hasta después de un período de 60 días que permita recibir comentarios públicos.
