El gato de cabeza plana, cuyo tamaño es comparable al de un felino doméstico, presenta características distintivas que lo diferencian de otros miembros de su familia. Entre estas, destacan sus ojos grandes, redondeados y notablemente cercanos entre sí, así como una serie de adaptaciones físicas inusuales en felinos.
A diferencia de la mayoría de los gatos, sus garras no son completamente retráctiles. Esta particularidad, que facilita su desplazamiento y agarre, solo es compartida con el guepardo y el gato pescador.
