Decatur, Tennessee – Christina DeBusk, quien trabajó durante 26 años como supervisora de reservas en el centro de contacto de United Airlines, ha presentado una demanda contra la aerolínea. Según su abogado, la demanda se debe a su despido en 2021, después de negarse a recibir la vacuna contra el COVID-19.
En 2021, United Airlines implementó un mandato de vacunación contra el COVID-19 para sus empleados. El abogado de DeBusk, Horatio Mihet, explicó que su clienta solicitó una exención religiosa, basándose en el hecho de que las vacunas fueron desarrolladas utilizando líneas de células fetales.
Esta solicitud fue denegada y DeBusk fue despedida de la compañía. Mihet afirma que esta acción constituye una violación de los derechos de DeBusk.
“El Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 es una ley federal que exigía a United Airlines que acomodara las creencias religiosas de la Sra. DeBusk. United no cumplió con lo que se le exigía”, declaró Mihet.
Mihet señaló que el despido de DeBusk parece injustificado, ya que trabajaba desde su granja en Decatur, sin tener contacto con nadie.
Según Mihet, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) se vio limitada en 2021 y no pudo atender el caso de DeBusk. Cuatro años después, la EEOC determinó que United Airlines había actuado de manera incorrecta y le otorgó a DeBusk el derecho a demandar.
“United ahora será responsable ante la Sra. DeBusk por los daños causados por sus acciones insensibles”, afirmó Mihet. “Ella sirvió a sus clientes con una dedicación ejemplar y, al final, United Airlines la desechó como si fuera equipaje perdido.”
