Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) revela que los festivales de arte y cultura en el sur de África son mucho más que simples eventos de entretenimiento; representan potentes motores económicos, forjadores de comunidad y plataformas para el cambio social.
El estudio, titulado “Creando para el Futuro: Aprovechar los Festivales de Arte y Cultura del Sur de África para el Desarrollo Sostenible”, detalla que diez festivales importantes en nueve países de la región generaron más de 11,7 millones de dólares (195 millones de rand sudafricanos) en 2024 y crearon cerca de 3.000 empleos. Estos datos subrayan su papel vital, a menudo subestimado, en el impulso del crecimiento económico y el desarrollo social.
Según UNESCO, por cada dólar invertido en la producción de un festival, se inyectan 2,51 dólares adicionales (41,80 rand) en las economías locales. El informe también destaca que el 61% de los asistentes no son locales, lo que convierte a estos eventos en un importante estímulo para el turismo.
En términos sociales, el 54% de los puestos de gestión están ocupados por mujeres y el 65% de la fuerza laboral tiene menos de 31 años, lo que pone de manifiesto el papel de los festivales en el empoderamiento de la juventud y la equidad de género. Además, el 45% de los artistas participantes son locales, y un 37% son talentos emergentes.
La sostenibilidad ambiental, sin embargo, sigue siendo un desafío, ya que solo un festival ha adoptado una estrategia integral de prácticas ecológicas.
Los eventos de estilo de vida son oportunidades para unir a una comunidad diversa de personas unidas por un deseo común y pasiones compartidas. Son plataformas con una capacidad única para reunir a las personas a través de una experiencia de alta energía y emocionalmente cargada, arraigada en la alegría, la expresión y la conexión, que es un espacio poderoso para crear un impacto.
— Maxine Gray, head of strategy and implementation at Investec Wealth & Investment
Maxine Gray, directora de estrategia e implementación de Investec Wealth & Investment, considera que el futuro de los festivales reside en combinar la diversión con la filantropía. “El festival del futuro, para mí, es aquel que entretiene y perdura. Se convierte en un recordatorio de que el legado no siempre se trata de lo que dejamos atrás, sino de lo que construimos juntos”, afirmó.
Según Gray, la integración de la filantropía en el entretenimiento añade significado a los eventos. “Los festivales se basan en la alegría, la conexión y la creatividad. Cuando se incorpora un elemento de impacto o filantropía, no se resta valor a la celebración, sino que se le da profundidad”, explicó.
Gray destacó el Luxurious Marble Circus (LMC) como un caso de estudio de impacto intencional en un festival. “Cuando se construye un propósito en una experiencia alegre, se crea lo que llamamos un ‘efecto mariposa’. Desde el apoyo a los programas locales de alimentación hasta la promoción de jóvenes artistas y la sostenibilidad a través del reciclaje y el *upcycling*, cada elemento contribuye a una historia más amplia”, señaló.
Esta aproximación se basa en la convicción de que los festivales son una plataforma poderosa para la comunidad, la creatividad y la cohesión social. “En esencia, somos seres sociales; a través de nuestra energía y conexión colectivas, podemos lograr mucho más de lo que podemos como individuos. Eso es, en parte, lo que hace que los festivales sean plataformas tan poderosas para el cambio”, añadió.
La participación de Investec en el LMC ha duplicado la financiación de la iniciativa, de 820.000 rand en 2024 a 1,5 millones de rand en 2025, lo que demuestra el potencial de los eventos de estilo de vida para generar un impacto tangible.
“Los eventos de estilo de vida son oportunidades para unir a una comunidad diversa de personas unidas por un deseo común y pasiones compartidas. Son plataformas con una capacidad única para reunir a las personas a través de una experiencia de alta energía y emocionalmente cargada, arraigada en la alegría, la expresión y la conexión, que es un espacio poderoso para crear un impacto”, reiteró Gray.
Para Gray, el festival definitivo es aquel en el que la creatividad y la conciencia coexisten. “Donde la creatividad y la comunidad impulsan nuevas soluciones e innovaciones a los desafíos sociales y ambientales. Donde cada actuación, cada asociación y cada persona desempeñan un papel en algo significativo. Meses después de la experiencia, nos quedamos no solo con recuerdos, sino también con un profundo deseo de considerar cómo podemos ser más impactantes a través de lo que hacemos”, concluyó.
El informe de la UNESCO subraya el potencial transformador de los festivales de arte y cultura en el sur de África, afirmando que, con planificación, inversión y una ejecución orientada a un propósito, estos eventos pueden ser mucho más que simples fechas en el calendario.
“El LMC ha comenzado a encarnar una celebración que es consciente y mágica. Es donde el arte se une a la responsabilidad y donde la colaboración se convierte en un catalizador para un cambio real”, agregó Gray.
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