Las cifras de fallecidos en accidentes de tráfico en Hamburgo han descendido notablemente en 2025. Hasta el 30 de diciembre, un total de 21 personas perdieron la vida en las carreteras de la ciudad, en comparación con las 38 registradas el año anterior, según informó la policía local. La noticia fue inicialmente publicada por el periódico “Hamburger Abendblatt”.
Un descenso particularmente significativo se observa en el número de peatones fallecidos: 14 en 2024 frente a solo tres en el presente año. Dos conductores de automóviles y cinco motociclistas también perdieron la vida. A pesar de estas reducciones, la sensación general es de gravedad debido a la preocupante situación del tráfico ciclista.
El ciclismo sigue siendo, con diferencia, el modo de transporte más peligroso en Hamburgo. Once ciclistas y usuarios de bicicletas eléctricas perdieron la vida en la ciudad a lo largo del año, representando más de la mitad del total de víctimas mortales en accidentes de tráfico. Un conmovedor símbolo de esta tendencia es la bicicleta fantasma blanca instalada en la calle An der Verbindungsbahn, en memoria de la actriz Wanda Perdelwitz.
La actriz, de 41 años, falleció trágicamente en un accidente con su bicicleta a finales de septiembre. Mientras circulaba por un carril bici, la puerta de un vehículo recreativo se abrió repentinamente, provocando su caída. Este tipo de accidente, conocido como “dooring”, conmocionó a la ciudad, especialmente considerando que, pocos días antes, otro ciclista había fallecido en Barmbek-Nord por la misma causa.
La serie de fatalidades comenzó en marzo, cuando un camión de basura arrolló a un niño de siete años que circulaba en bicicleta. Desde entonces, se han sumado trágicos incidentes. En 2014 se contabilizaron once ciclistas fallecidos, una cifra que luego se mantuvo baja hasta 2023, cuando se registraron nueve víctimas, y en 2024, diez. Ahora, en 2025, se prevé que el número ascienda a once. Detrás de estas cifras se esconden diversas circunstancias, desde errores al girar hasta problemas de visibilidad y momentos de descuido, pero todas ellas ponen de manifiesto las deficiencias de la infraestructura.
La policía atribuye el aumento del riesgo a la creciente popularidad del ciclismo, señalando que a mayor número de usuarios, mayor probabilidad de accidentes, especialmente en intersecciones. Sin embargo, las asociaciones del sector insisten en que el fomento del ciclismo es una política gubernamental y que es fundamental invertir en una infraestructura segura para evitar que el aumento de usuarios se traduzca en un incremento de las víctimas.
