Con 91 años, ha fallecido Annette Dionne, la última superviviente de los famosos quintillizos Dionne. Su muerte, ocurrida recientemente, marca el fin de una era para estas hermanas que cautivaron al mundo durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial.
Nacidas en 1934 en una granja de Ontario, Canadá, las quintillizas – Annette, Émilie, Yvonne, Marie y Pauline – fueron las primeras quintillizas conocidas que sobrevivieron más allá de la infancia. Su nacimiento atrajo una atención mediática sin precedentes, convirtiéndolas en celebridades internacionales. Fueron objeto de estudios científicos y su vida fue seguida de cerca por el público.
A medida que crecieron, las quintillizas fueron separadas de sus padres y colocadas bajo el cuidado del gobierno provincial, que las mantuvo en una residencia especialmente construida y vigilada. Esta decisión, aunque controvertida, buscaba proteger su bienestar y garantizar su educación.
A lo largo de sus vidas, las hermanas Dionne experimentaron tanto la fama como la dificultad de vivir bajo el escrutinio público. Con el tiempo, recuperaron cierta privacidad y se integraron en la sociedad. La muerte de Annette Dionne representa el cierre de un capítulo único en la historia del siglo XX, un relato de fama temprana, intervención estatal y la búsqueda de una vida normal en circunstancias extraordinarias.
