La ventilación mecánica se realiza normalmente a través de la boca o la nariz. Un gastroenterólogo japonés ha estado investigando si también es posible suministrar oxígeno a través del intestino.
Según el Servicio de Información Pulmonar, la ventilación artificial ayuda a las personas con función respiratoria limitada a obtener suficiente oxígeno y liberar dióxido de carbono. Existen dos vías principales para la ventilación: desde el exterior a través de la boca y la nariz (no invasiva) o a través de un tubo en la tráquea (invasiva). Un investigador japonés ha desarrollado ahora un método adicional, bastante inusual: la ventilación a través del ano.
Investigadores japoneses desarrollan un nuevo método de ventilación a través del ano
Takanori Takebe, un médico japonés especializado en el tracto gastrointestinal, buscaba una forma más suave de respirar para su padre, quien necesitaba ventilación mecánica debido a una neumonía, según informa Welt.de. A este gastroenterólogo se le ocurrió que los animales, como el pez lodo, pueden absorber oxígeno a través del intestino. El pez lodo puede complementar su respiración branquial en situaciones de falta de oxígeno, según Standard.at, absorbe aire de la superficie del agua y lo dirige directamente a su intestino.
Junto con otros investigadores, Takebe administró a ratones y cerdos en varias series de experimentos el líquido especial que contiene oxígeno, perfluorodecalina. Al igual que con un enema, se supone que el oxígeno, introducido a través de un tubo rectal, es absorbido por el intestino inferior y transmitido directamente a la sangre. Los resultados mostraron que la saturación de oxígeno en la sangre aumentó de forma medible. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista especializada Med.
¿Funciona la ventilación a través del intestino también en humanos?
Para verificar si este inusual método de ventilación también funciona en humanos, 27 voluntarios varones recibieron una dosis del líquido por vía rectal. Esta permaneció en el cuerpo durante aproximadamente una hora. En el examen, no se pudo demostrar un aumento inequívoco en la captación de oxígeno como en los animales: sin embargo, el método se considera seguro en humanos, como muestran los resultados también publicados en Med. Las dosis de hasta 1000 mililitros fueron bien toleradas, solo a partir de 1500 mililitros cuatro de seis sujetos experimentaron dolor abdominal.
Si el método puede aplicarse realmente en humanos aún está por ver. El propio Takanori Takebe podría imaginar que sirva como complemento a la ventilación mecánica clásica para asegurar la supervivencia en situaciones de emergencia con falta de oxígeno. Sin embargo, antes de que se pueda utilizar el procedimiento, se necesitan más investigaciones.
