A partir del 1 de enero, se avecinan cambios significativos en el ámbito laboral y de las pensiones en Bélgica. Un primer grupo de personas perderá su prestación por desempleo, se suspenderá la antigua bonificación por jubilación y aumentarán las multas impuestas por De Lijn, la empresa de transporte público flamenca.
Según datos recientes, aproximadamente 194.000 personas podrían verse afectadas por la pérdida de su prestación por desempleo. Este grupo está compuesto principalmente por trabajadores belgas con baja cualificación profesional.
Además de los cambios en las prestaciones por desempleo, también se modificarán las políticas de pensiones. Se eliminará la antigua bonificación por jubilación, lo que impactará en los futuros ingresos de los pensionistas.
El endurecimiento de las restricciones al desempleo afectará de manera desproporcionada a los hombres, a los trabajadores con baja cualificación, a los residentes de Valonia y a los habitantes de Bruselas.
El Banco Nacional de Bélgica muestra una perspectiva más pesimista sobre el desempleo de larga duración que el gobierno de De Wever, lo que sugiere posibles desafíos económicos en el futuro cercano.
