Un residente de la Provincia del Cabo Occidental en Sudáfrica ha experimentado dificultades significativas con su BMW eléctrico, valorado en 1.2 millones de rand sudafricanos (aproximadamente 63,000 dólares estadounidenses al tipo de cambio actual). El vehículo, adquirido recientemente, ha pasado la mayor parte de su tiempo en el taller de servicio debido a problemas persistentes.
El propietario, cuya identidad no ha sido revelada, ha expresado su frustración por la prolongada inactividad del automóvil y la falta de una solución definitiva por parte de BMW. El problema principal radica en la incapacidad del vehículo para cargarse correctamente, lo que lo hace inutilizable para su propósito principal.
Según informes, el hombre ha estado en comunicación constante con BMW para resolver el problema, pero hasta la fecha, no se ha logrado una reparación satisfactoria. La situación ha generado preocupación sobre la fiabilidad de los vehículos eléctricos y el servicio postventa ofrecido por la compañía automotriz en la región.
Este incidente subraya los desafíos potenciales que enfrentan los consumidores al adoptar nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos, y la importancia de contar con un soporte técnico eficiente y confiable por parte de los fabricantes.
