La icónica actriz francesa Brigitte Bardot falleció el pasado domingo 28 de diciembre a la edad de 91 años. Antes de su partida, la artista había planificado cuidadosamente el lugar donde deseaba ser enterrada, revelando sus deseos en su libro Larmes de combat, publicado en 2018 por las ediciones Plon.
Bardot, según se desprende de diversas fuentes, había previsto su futuro descanso. Tras una reciente hospitalización debido a una intervención quirúrgica por una enfermedad grave, la actriz tomó las medidas necesarias para asegurar que sus últimas voluntades fueran respetadas. En una entrevista concedida al periódico Le Monde en 2018, la actriz compartió sus planes: “Seré enterrada en el jardín. He elegido un pequeño rincón, cerca del mar, que ha sido aprobado por las autoridades”. Esta decisión fue detallada también en su libro, donde especificaba: “Los trámites se han completado. Un lugar preciso ha sido aceptado por las autoridades, lejos de las miradas, pero cerca de las tumbas de mi pequeño cementerio de animales”.
Sin embargo, la actriz prefería no visitar este lugar en vida, expresando: “Me gusta el lugar de mi descanso eterno, lo he elegido conscientemente. Pero desde que tomé la decisión, ya no quiero ir allí. Una extraña sensación me invade cuando pienso en ello. Visitar mi tumba antes de estar allí sería como enfrentarme a mi propia desaparición. No tengo prisa, tendré suficiente tiempo para estar en ese lugar después…” En última instancia, al elegir reposar en La Madrague, su refugio en la costa, Bardot optó por “la tranquilidad y la seguridad”, como señaló Le Point en 2018.
Brigitte Bardot: por qué no será enterrada junto a sus padres
Bardot podría haber elegido ser inhumada en el cementerio marino de Saint-Tropez, donde descansan numerosas personalidades, incluyendo a sus padres, Anne-Marie Mucel y Louis Bardot. Sin embargo, considerando cuidadosamente, la actriz, conocida por su icónico peinado, prefirió un lugar de sepultura diferente para evitar posibles daños. La actriz temía que el mausoleo familiar pudiera ser deteriorado por la afluencia de fans. “Prefiero descansar allí (en La Madrague, ndlr) en lugar de en el cementerio de Saint-Tropez, donde una multitud de personas indeseables podría dañar la tumba de mis padres y mis abuelos. Quiero que les dejen en paz”, detalló a Le Monde. Una elección que se impuso a ella, pero que, a la luz de los hechos, podría considerarse la más simbólica.
