La ejecutiva Kristin Cavotte, de 53 años, se ha visto envuelta en una controversia tras ser captada en un video durante un concierto de Coldplay, lo que desató una ola de reacciones y, posteriormente, amenazas de muerte. En su primera entrevista con el New York Times, Cavotte reveló haber recibido entre 50 y 60 llamadas amenazantes, además de ser objeto de un constante acoso por parte de los paparazzi.
Según sus declaraciones, la situación se intensificó tras la filtración de su información personal, lo que provocó una avalancha de mensajes y llamadas, muchas de ellas provenientes de mujeres. “Las mujeres fueron las críticas más crueles”, afirmó Cavotte, describiendo el acoso como “directo y despiadado”.
Cavotte admitió haber tenido un comportamiento inapropiado durante el concierto, después de consumir algunas copas de un licor llamado “High Noon” y bailar con su superior. “No fue algo insignificante”, reconoció, añadiendo que asumió la responsabilidad de sus acciones y renunció a su cargo, considerando que era el precio a pagar.
La ejecutiva, madre de dos hijos, expresó su preocupación por el impacto que las amenazas han tenido en su familia, especialmente en sus hijos, quienes se encuentran en un estado de gran ansiedad. “Quiero que mis hijos sepan que todos cometemos errores, incluso grandes errores”, declaró, “pero no deberían tener que vivir con el miedo de perder la vida por ello”.
Cavotte aclaró que no tuvo una relación sexual con su jefe, Andy Byron, y que nunca se habían besado antes de esa noche. Sin embargo, admitió que existía una atracción mutua. En el momento de los hechos, tanto ella como Byron se encontraban en proceso de separación de sus respectivas parejas.
최현준 기자 haojune@hani.co.kr
