Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos han otorgado una subvención de fuente única, no solicitada, a la Universidad del Sur de Dinamarca (SDU) para apoyar un amplio ensayo clínico aleatorizado que evaluará los efectos de la vacuna monovalente contra la hepatitis B neonatal en Guinea-Bissau. Así lo indica un aviso que se publicará en el Registro Federal el 18 de diciembre de 2025.¹
La subvención asciende a aproximadamente 1,6 millones de dólares a lo largo de cinco años, cubriendo el período comprendido entre el 5 de enero de 2026 y el 4 de enero de 2031. Financiará un ensayo controlado aleatorizado, ciego simple y multicéntrico, en el que participarán más de 14.000 recién nacidos. El estudio evaluará los efectos de la vacuna contra el virus de la hepatitis B (VHB) administrada al nacer sobre la mortalidad por todas las causas, la morbilidad grave y los resultados del neurodesarrollo a largo plazo, así como evaluará las posibles diferencias entre sexos en los efectos de la vacuna.¹
El ensayo se llevará a cabo en Guinea-Bissau, un entorno de bajos ingresos donde la Organización Mundial de la Salud recomienda la administración de tres vacunas al nacer: Bacilo de Calmette-Guérin (BCG), vacuna oral contra la poliomielitis (OPV0) y vacuna contra la hepatitis B. Si bien se han estudiado los efectos más amplios de la BCG y la OPV sobre la salud infantil, los CDC señalaron que la evidencia sobre los efectos no específicos contra la hepatitis del VHB sigue siendo limitada, lo que justifica una evaluación aleatorizada adicional de los resultados en la primera infancia.¹
Los CDC determinaron que la SDU estaba singularmente cualificada para llevar a cabo la investigación debido a su experiencia en la dirección de ensayos de vacunas en África Occidental, sus sólidas asociaciones con hospitales y autoridades sanitarias locales en Guinea-Bissau y su trabajo previo en investigación neonatal y pediátrica en entornos con recursos limitados. La subvención se otorgó de forma no competitiva, ya que no existía ni se planeaba ninguna oportunidad de financiación en la que la propuesta pudiera competir.¹ Según los CDC, se espera que los resultados del estudio informen la política y la práctica de la inmunización mundial, en particular en lo que respecta a los efectos más amplios de la vacunación neonatal contra la hepatitis B más allá de la prevención de la infección por el virus de la hepatitis B.¹
El estudio se enmarca en un debate científico en curso sobre los efectos no específicos (ENE) de las vacunas, definidos como efectos sobre la salud más allá de la protección contra sus patógenos diana. Gran parte de la evidencia de ensayos controlados aleatorios citada en apoyo de los ENE se ha originado en estudios realizados por el Proyecto de Salud de Bandim, dirigido por Christine Stabell Benn y Peter Aaby. Según un análisis de noviembre de 2025 publicado en Vaccine, los investigadores afiliados al Proyecto de Salud de Bandim representaron aproximadamente el 35% de todos los artículos de investigación clínica sobre ENE indexados en Web of Science, excluyendo las revisiones.²
Lo que debe saber
Los CDC otorgaron una subvención de cinco años de fuente única a la Universidad del Sur de Dinamarca para llevar a cabo un ensayo aleatorizado de la vacunación neonatal contra la hepatitis B en Guinea-Bissau, en el que participarán más de 14.000 recién nacidos.
El estudio evaluará la mortalidad por todas las causas, la morbilidad grave, los resultados del desarrollo a largo plazo y los posibles efectos específicos del sexo de la dosis de nacimiento contra la hepatitis B.
El ensayo se enmarca en un debate activo sobre los efectos no específicos de las vacunas, con evidencia y metodología aleatorizadas previas que siguen siendo objeto de controversia.
En el análisis, Henrik Støvring, PhD, y sus colegas reevaluaron los ensayos controlados aleatorios realizados por el Proyecto de Salud de Bandim a raíz de informes de los medios daneses que plantearon preocupaciones sobre las prácticas de investigación. Los autores revisaron 40 artículos publicados que informaban sobre ensayos aleatorizados e incluyeron 26 ensayos registrados en ClinicalTrials.gov en su reanálisis.²
La revisión encontró que en 23 de los 25 artículos de ensayos aleatorizados, los investigadores de Bandim Health destacaron hallazgos secundarios, y que en 22 casos esos hallazgos ya no eran estadísticamente significativos después de realizar ajustes estadísticos adecuados. Los autores informaron sobre múltiples preocupaciones metodológicas, incluidos resultados primarios no publicados, cambio de resultados, dependencia de análisis de subgrupos estadísticamente frágiles, énfasis selectivo en hallazgos secundarios cuando los resultados primarios eran nulos y cálculos del tamaño de la muestra con poca potencia basados en supuestos optimistas. Para abordar el riesgo de hallazgos falsos positivos debido a pruebas de hipótesis múltiples, los autores aplicaron los procedimientos de Holm-Bonferroni y Benjamini-Hochberg, tras lo cual muchos resultados estadísticamente significativos informados anteriormente ya no lo fueron.²
Los autores advirtieron que los ensayos aleatorizados solo pueden informar las políticas en la medida en que las prácticas de análisis e información sean fiables, y que los hallazgos secundarios o exploratorios deben interpretarse con cautela cuando los resultados primarios no alcanzan la significación estadística.²
Varios expertos también cuestionaron la justificación ética y científica de llevar a cabo otro estudio de la vacuna contra la hepatitis B, citando la amplia evidencia existente que respalda la seguridad y eficacia de la vacuna. Angela Rasmussen, PhD, señaló que otorgar una subvención no competitiva para la investigación da la “apariencia de un descarado amiguismo”, mientras que Amesh A Adalja, MD, dijo que los datos de seguridad de las vacunas contra la hepatitis B son “muy sólidos” y que estudios adicionales pueden representar una mala asignación de los limitados fondos de investigación.³
A medida que avanza el ensayo, se espera que sus resultados aporten evidencia aleatorizada adicional a las discusiones en curso sobre la vacunación neonatal contra la hepatitis B, en particular en lo que respecta a los resultados más allá de la prevención de la infección por el virus de la hepatitis B. La forma en que se interpreten estos hallazgos junto con el conjunto existente de datos sobre la seguridad y eficacia de las vacunas puede tener implicaciones para la política de inmunización mundial.
