La sala San Gregorio se llenó hasta la capacidad para recibir a Cesare Bocci, invitado por Famiglia Nuova dentro del festival ’Ciò che conta’. El encuentro, que superó el formato de entrevista para convertirse en un diálogo profundo y auténtico, según comentó Raffaella Iale, logró conectar inmediatamente con el público presente.
Este momento especial formó parte de la celebración del 50 aniversario del Consultorio fermano, una organización de voluntariado dedicada a acompañar y apoyar a las familias en momentos de dificultad. Bocci, con su habitual elegancia, fue recibido con una ovación, recordando al público sus entrañables personajes, como Mimì Augello en Il Commissario Montalbano.
Desde sus primeras respuestas, el actor, nacido en Camerino en 1957, demostró una notable humanidad, dejando claro que el “fascino” nunca ha sido su prioridad. Bocci compartió su enfoque en la búsqueda de la verdad interior de cada personaje, incluso si eso implicaba desafiar las expectativas. Para él, la belleza reside en la esencia, no en la apariencia.
El punto culminante de la velada llegó con el relato de Pesce d’aprile, el libro y la obra de teatro inspirados en uno de los momentos más dolorosos de su vida: el ictus que sufrió su esposa, Daniela Spada, en 2000, pocos días después del nacimiento de su hija Mia. Bocci narró con delicadeza y gratitud los veinte días que Daniela permaneció en coma y el largo proceso de recuperación, destacando su increíble fortaleza y el valor transformador de la fragilidad. Una experiencia que cambió su perspectiva sobre el éxito y la fama: “cuando la vida te presenta lo esencial, todo lo demás pierde importancia”.
Repasando una trayectoria de más de 50 películas, numerosas series de televisión y una sólida base teatral iniciada en 1982 con la fundación de la Compagnia della Rancia, Bocci también enfatizó la humildad necesaria para abordar personajes complejos, como Paolo Borsellino en el film para televisión Adesso tocca a me. “Estos roles –precisó– requieren estudio, respeto y un gran sentido de responsabilidad”, tal como ya había expresado en una entrevista a Musicultura online. “El actor, ante todo, debe estar al servicio de la historia”.
