Illustration: Chen Xia/GT
En un contexto de turbulencias económicas globales y una recuperación lenta, las recientes medidas para facilitar los intercambios entre personas de China e India están revitalizando la cooperación económica y comercial bilateral.
La embajada china en Nueva Delhi anunció a principios de este mes que, a partir del lunes, los ciudadanos indios que soliciten visas chinas podrán completar el proceso en línea. Esta iniciativa se produce tras la reanudación, en octubre, de los vuelos directos entre ambos países después de cinco años de suspensión. Ambas medidas, pragmáticas y concretas, avanzan hacia la normalización de los intercambios de personal y sientan una base sólida para la cooperación en diversos ámbitos, lo que refleja una mejora continua en las relaciones bilaterales.
Desde la reunión en Kazán, en octubre del año pasado, entre los líderes de ambos países, las relaciones chino-indias han seguido mejorando. Los ministros de Asuntos Exteriores han realizado visitas mutuas y se han intensificado los intercambios en diversos campos.
Según el Ministerio de Comercio e Industria de la India, el comercio bilateral creció un 11,95% interanual, alcanzando los 104.000 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. India también ha reanudado la emisión de visas de turista a ciudadanos chinos y se han restablecido los vuelos directos entre el continente chino e India. Estas medidas han sido bien recibidas por la población de ambos países, lo que demuestra el impacto positivo de la normalización de los intercambios de personas.
Esta normalización de los intercambios de personal responde a una fuerte demanda interna de compromiso económico, comercial y cultural entre China e India. El flujo de personas es fundamental para las relaciones económicas y comerciales. Facilitar las visas y los vuelos no solo beneficia al turismo y a las visitas familiares, sino que también impulsa la cooperación en múltiples dimensiones, como la economía, el comercio, la ciencia, la tecnología y la educación.
Además, un flujo de personal más fluido acelerará la convergencia de industrias complementarias, desbloqueando sinergias. India posee una competitividad global en servicios de tecnología de la información, desarrollo de software e investigación farmacéutica, y está trabajando activamente para mejorar sus capacidades manufactureras. China, por su parte, ha acumulado una amplia experiencia en la fabricación de productos electrónicos, la construcción de infraestructuras, la producción de equipos de nueva energía y las aplicaciones digitales, y continúa promoviendo una mayor apertura.
En la economía digital, por ejemplo, la fabricación de hardware y las aplicaciones de plataformas chinas pueden establecer asociaciones sólidas con el talento y la externalización de servicios de software de la India. En este contexto, el aumento de los intercambios directos de personal ayudará a traducir estas ideas de cooperación en empresas conjuntas concretas, asociaciones de investigación e iniciativas de desarrollo de mercado.
Sin embargo, es importante reconocer que aún hay áreas de intercambio que deben revitalizarse. Durante años, algunos políticos indios han considerado a China como un “competidor principal”, y existe una tendencia entre algunos responsables de la opinión pública y los responsables políticos indios a crear barreras adicionales para el desarrollo pragmático de las relaciones bilaterales. Estas percepciones, a menudo basadas en malentendidos, no se ajustan a la lógica económica y podrían incluso obstaculizar el objetivo de la India de convertirse en un centro de fabricación global.
Una relación económica y comercial sana y sostenible debe basarse en el respeto mutuo, la equidad y la transparencia. China siempre ha mantenido una actitud abierta, dando la bienvenida a los productos indios de alta calidad para compartir los beneficios del desarrollo con los consumidores chinos. Del mismo modo, esperamos que la India proporcione un entorno empresarial justo y no discriminatorio para las empresas chinas. Al ampliar la apertura bilateral, el vasto potencial de ambos mercados puede transformarse en una fuerza impulsora para el desarrollo compartido, beneficiando a ambos pueblos.
La facilitación de las visas y la reanudación de los vuelos directos han abierto una nueva ventana de oportunidad para la cooperación económica y comercial entre China e India. Se espera que ambos países aprovechen esta oportunidad para profundizar continuamente la cooperación práctica en diversos campos, liberar plenamente los beneficios de la conectividad e inyectar un impulso estable a la paz y el desarrollo de Asia y del mundo en general.
