China ha emitido un primer lote de nuevas licencias para la exportación de tierras raras, lo que se espera que acelere los envíos a algunos clientes, según informó una fuente este martes. Este movimiento representa un resultado clave de la cumbre entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping.
Las aprobaciones se producen tras meses de interrupciones desencadenadas por la introducción, por parte de China, de controles sobre las exportaciones de tierras raras en abril, en el punto álgido de la guerra comercial, según reporta Reuters.
Al obligar a las empresas a solicitar licencias para cada exportación, Pekín generó escasez que paralizó partes de la cadena de suministro automotriz y le otorgó una enorme influencia en las negociaciones comerciales con Washington.
Las nuevas “licencias generales” están diseñadas para aliviar esta presión al permitir mayores exportaciones con permisos anuales para clientes individuales, y fueron un resultado clave del encuentro Trump-Xi a finales de octubre.
El fabricante chino de imanes JL Mag Rare Earth ha obtenido licencias generales para casi todos sus clientes, mientras que Ningbo Yunsheng y Beijing Zhong Ke San Huan High-Tech han recibido licencias para algunos de sus clientes, según la fuente, que prefirió permanecer en el anonimato debido a la delicadeza del asunto.
Las tres empresas venden, entre otros, a la industria automotriz, según sus sitios web. JL Mag tiene una filial en Europa y Ningbo Yunsheng afirma tener clientes en Europa y América.
Las nuevas licencias complementarán, pero no reemplazarán, el régimen de licencias existente. Por ahora, solo las grandes empresas chinas de tierras raras pueden obtener licencias generales, pero los criterios podrían ampliarse si la implementación tiene éxito, según la fuente.
Las nuevas licencias contribuyen en cierta medida a reducir la brecha entre los respectivos informes de Pekín y Washington sobre lo acordado en la cumbre de líderes en Corea del Sur.
Mientras que la Casa Blanca comparó las licencias generales con el fin efectivo de los controles chinos sobre las exportaciones de tierras raras, Pekín ha hablado poco públicamente sobre las nuevas licencias y no ha dado señales de querer desmantelar su régimen.
Queda por ver qué tan ampliamente se emitirán las licencias y si estarán fuera de los límites para algunos clientes, como la defensa o sectores sensibles como el aeroespacial o los semiconductores.
Mientras tanto, el lunes, las empresas europeas volvieron a quejarse de los largos retrasos y la falta de transparencia en el actual sistema de control de exportaciones.
Maddalena Ingrao
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