El joven actor, seleccionado para un papel clave tras años de clases de teatro semanales en Manchester –donde sus profesores comentaron que “sus ojos simplemente se sentían atraídos por él”– ha vivido un año de ensueño. Tras la ceremonia de los premios Emmy, donde el elenco y equipo celebraron de manera memorable sus ocho galardones, el actor describió la experiencia como “una locura, todo un poco borroso” y admitió haber conocido a “una cantidad increíble de gente”.
“Realmente fue el mejor día de mi vida”, confesó. A pesar del éxito, el actor ha regresado a la escuela y considera que la vuelta a las clases, después de la promoción de ‘Adolescence’ y las ceremonias de premiación, “no ha sido tan mala”.
Aunque el primer día de regreso fue “un poco raro”, aún tiene que completar sus GCSEs. “Me quedan unos seis meses y luego me voy –y espero convertirme en actor”, bromeó.
