La prevención puede salvar vidas, y la historia de Kevin Murray es un claro ejemplo de ello. Sin el consejo oportuno de su hermano, cuatro personas en Estados Unidos podrían haber fallecido sin saber que padecían una enfermedad cardíaca avanzada.
Cuatro hermanos operados de urgencia por una enfermedad cardíaca
Para Kevin Murray, de 72 años, todo comenzó en 2003, cuando le diagnosticaron una enfermedad cardíaca grave. Afortunadamente, fue operado de inmediato y se le implantó un bypass coronario para sortear la arteria bloqueada, salvándole la vida. Consciente de su suerte, comenzó a consultar a un cardiólogo anualmente. En 2021, un nuevo cardiólogo le recomendó una tomografía computarizada del corazón, que resultó normal pero le recordó la importancia del cribado. Decidió entonces convertirse en un promotor del cribado entre sus seres queridos, especialmente porque existían antecedentes de enfermedades cardíacas en su familia.
Comenzó con su hermano Patrick, de 67 años, quien se quejaba de fatiga y dificultad para respirar. Después de persuadirlo, Patrick se sometió a una tomografía a finales de 2022. ¡Afortunadamente! El examen reveló que sus arterias estaban obstruidas, lo que lo ponía en alto riesgo de sufrir un ataque cardíaco grave. Fue operado rápidamente a corazón abierto, lo que le salvó la vida y eliminó sus síntomas. Esta experiencia convenció a sus otros tres hermanos de hacerse el cribado. El resultado fue que todos padecían una enfermedad cardíaca avanzada y fueron operados rápidamente, según informa CBS News.
Evaluar los riesgos y hacerse el cribado
La Federación Francesa de Cardiología ofrece en su sitio web un test de riesgo cardiovascular. Por su parte, la Seguridad Social aconseja a las personas con uno o más factores de riesgo que lo consulten con su médico, quien, si lo considera necesario, puede prescribir un cribado. Posteriormente, varios exámenes permiten medir el riesgo cardiovascular, como el perfil lipídico, hepático y renal, la medición de la presión arterial y la exploración funcional respiratoria y el electrocardiograma.
Para reducir al máximo el riesgo cardiovascular, se pueden adoptar varias medidas: dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol, el estrés y el sobrepeso, seguir una dieta sana y equilibrada y practicar actividad física regularmente. Además, consulte regularmente a su médico de cabecera, quien medirá su presión arterial. La hipertensión aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y, según el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm), es la principal causa evitable de accidente cerebrovascular (ACV).
