Un año después de la caída del gobierno de Assad en Siria, la investigación del Dossier de Damasco reunió a más de 100 periodistas para descubrir nuevas pruebas de los abusos del régimen y revelar los esfuerzos por lograr que se rindan cuentas por estos crímenes en múltiples países.
Liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y la emisora alemana NDR, la investigación transfronteriza involucró a 26 redacciones en 20 países y se basó en una gran cantidad de más de 100.000 archivos filtrados de los servicios de inteligencia y seguridad sirios.
Los periodistas encontraron nuevos detalles sobre la tortura y el asesinato sistemáticos de civiles por parte del régimen de Assad; información sobre el dinero desviado de Siria por la clase dirigente bajo el mando de Assad; y exploraron cómo las autoridades de toda Europa han respondido a las demandas de justicia. A continuación, se presenta una selección de sus reportajes:
En Bélgica, la fiscalía federal informó a periodistas de De Tijd, Knack y Le Soir que existen 19 investigaciones penales abiertas contra individuos acusados de violar el derecho internacional humanitario en Siria. Estas investigaciones incluyen tanto a presuntos milicianos pro-Assad como a antiguos combatientes del Estado Islámico, según declaró un portavoz de la oficina. Sin embargo, expertos advirtieron a los periodistas que la policía y los fiscales tienen recursos limitados, y que las deficiencias en las investigaciones podrían significar que varios criminales de guerra sirios estén operando sin ser detectados en Bélgica.
En Austria, dos funcionarios de seguridad sirios a los que se les concedió asilo han sido acusados por los fiscales de torturar a civiles que protestaban contra el régimen de Assad. Ambos hombres niegan haber cometido delito alguno. Como parte de la investigación del Dossier de Damasco, la revista austriaca Profil y la emisora ORF entrevistaron a un hombre que afirmó ser víctima de la represión contra las protestas y que podría servir como testigo potencial en un juicio. El hombre declaró que uno de los acusados, un general que es el funcionario sirio de mayor rango acusado de crímenes de guerra en Europa, a veces supervisaba personalmente la tortura de los prisioneros.
“Espero que logremos justicia para todos aquellos que no pudieron conseguirla por sí mismos, y para todos los que han perdido tanto”, afirmó.
Otros países europeos también están buscando llevar ante la justicia a antiguos funcionarios del gobierno sirio y a miembros de milicias implicados en abusos contra los derechos humanos. Un fiscal sueco declaró a la emisora SVT que la información contenida en el Dossier de Damasco podría ser “increíblemente importante” en futuros casos legales.
El Dossier de Damasco también reveló cómo las élites económicas bajo el gobierno de Assad ocultaron millones de dólares en Europa. Periodistas de Profil utilizaron documentos filtrados para rastrear una red corporativa que se extendía por Austria y Alemania, vinculada a decenas de millones de dólares en propiedades, incluidos hoteles de apartamentos en el centro de Viena, Austria. Profil descubrió que la red era propiedad anterior del primo de Assad, el empresario Rami Makhlouf, sancionado por ser multimillonario, y que su propiedad actual está envuelta en el misterio.
Los archivos filtrados también contenían pruebas de la amplia vigilancia del régimen de Assad sobre los ciudadanos sirios. La Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ) y el medio libanés Daraj colaboraron en una investigación sobre las dos principales empresas de telecomunicaciones de Siria y cómo facilitaron la vigilancia gubernamental al proporcionar datos de clientes a los servicios de inteligencia de Assad. Los periodistas entrevistaron a sirios cuyas vidas fueron destruidas por esta vigilancia: en el caso de un activista anti-Assad, sus datos telefónicos permitieron al gobierno recopilar información sobre la ubicación y la identidad de una red que organizaba protestas contra el gobierno.
Los periodistas del Dossier de Damasco también entrevistaron a varias familias sirias cuyos familiares fueron asesinados por el régimen de Assad, proporcionándoles en algunos casos la primera información que recibían sobre la muerte de sus seres queridos. En su documental, NDR presentó una entrevista realizada en la ciudad siria oriental de Deir Ezzor con la familia de Muhannad Salah Khalifa, un joven asesinado en el sistema penitenciario. Las familias que buscan a los desaparecidos no solo están en Siria, sino que se encuentran en todo el mundo: la emisora finlandesa Yle entrevistó a una mujer siria que vive en Finlandia cuyo hermano fue declarado muerto en los documentos filtrados.
Para muchos sirios, la búsqueda de respuestas continúa. Entre las imágenes de los muertos en el Dossier de Damasco se encuentra Mazen al-Hamada, un famoso activista que fue asesinado por el régimen de Assad semanas antes de su colapso. SVT entrevistó a su hermana, Amal al-Hamada, que se había apresurado a las prisiones de Siria cuando el régimen cayó con la esperanza de encontrar a su hermano con vida.
“La información es el primer paso hacia la justicia”, dijo a SVT. “Si los perpetradores no son llevados ante la justicia, Siria no puede estabilizarse”.
