El Comando del Ejército ha avanzado en los últimos días en la adquisición de un nuevo sistema de defensa antiaérea que dotará a la fuerza terrestre con tecnología inédita en América Latina para la interceptación de drones y misiles de crucero enemigos.
Según fuentes militares citadas por CNN Money, se prevé que el acuerdo se concrete en 2026, con un valor estimado de hasta 3.400 millones de reales, aunque este monto podría reducirse en función de las negociaciones.
El jefe del Estado Mayor del Ejército, general Francisco Humberto Montenegro, firmó este mes un documento interno que establece las “directrices de obtención” del armamento.
En la práctica, estas directrices establecen requisitos previos que excluyen a las empresas indias BDL (Bharat Dynamics Limited) y BEL (Bharat Electronics) del proceso, compañías con las que Brasil había mantenido conversaciones para el suministro del sistema de defensa antiaérea Akash.
Las directrices favorecen una posible adquisición a la italiana MBDA, fabricante del sistema Emads (Enhanced Modular Air Defense Solutions), con la participación de la empresa Leonardo.
Este mismo sistema de misiles tierra-aire será utilizado por la Marina en las nuevas fragatas de la Clase Tamandaré, actualmente en construcción en Itajaí (SC), garantizando la interoperabilidad entre las Fuerzas Armadas.
El Ejército se prepara para enviar, en las próximas semanas, una RFP (request for proposal) – una solicitud formal de propuesta que incluirá precios y cronograma de entrega.
En las etapas previas – RFI (request for information) y RFQ (request for quotation) – el Ejército recibió hasta ocho propuestas. Sin embargo, las ofertas presentadas en estas etapas no son vinculantes, a diferencia de la RFP, donde los proveedores deben cumplir con la información proporcionada en caso de una orden efectiva.
Las negociaciones con las empresas indias no prosperaron debido a que ofrecían un sistema de generación anterior al Akash.
El sistema más moderno y avanzado cuenta con tecnología israelí. Según fuentes, India insistía en negociar un equipo más obsoleto y con propiedad intelectual propia.
Por ello, se intensificaron los diálogos con Italia para una compra en el modelo “gobierno a gobierno”, donde dos países negocian directamente, incluso si el contrato involucra a empresas privadas.
Según información obtenida por CNN Money, el Ejército ya está discutiendo internamente el posicionamiento geográfico de los nuevos sistemas de defensa antiaérea y la compensación tecnológica (offset) que se exigirá a los italianos.
En cuanto al offset, la tendencia es negociar una transferencia de tecnología para que Embraer Defesa & Segurança adquiera la capacidad de producir radares.
Desde el punto de vista geográfico, la intención del Ejército es distribuir dos baterías de artillería – cada una con 96 misiles – en tres localidades diferentes.
Una de ellas se ubicará en el 12º Grupo de Artillería Antiaérea, en Jundiaí (SP), y otra en el 11º Grupo de Artillería Antiaérea, en Brasilia (DF). La tercera se establecerá en la región Norte.
El objetivo es proteger el principal polo económico del país y la capital federal, además de otro punto estratégico en el Norte, aún por definir.
Ante la creciente amenaza de conflictos globales, el Ejército busca reducir una vulnerabilidad importante. Actualmente, la capacidad de interceptación aérea con misiles lanzados desde la superficie no supera objetivos a más de 3.000 metros de altitud.
Al cubrir esta brecha en la defensa, la fuerza terrestre busca no solo prepararse para posibles escaladas militares, sino también aumentar su poder disuasorio en un escenario internacional cada vez más hostil.
