La ley especial ha entrado en vigor. Emmanuel Macron la promulgó formalmente para 2026, según el Journal officiel del sábado, con el objetivo de paliar la ausencia de un presupuesto. Esta ley especial, que ya se utilizó el año pasado tras la censura del gobierno Barnier, permitirá financiar provisionalmente al Estado antes de la reanudación, en enero, de los debates parlamentarios en torno a la ley de finanzas.
Este instrumento legislativo, que se extiende hasta la aprobación del presupuesto, mantiene los impuestos y las asignaciones estatales en las condiciones de 2025. Su propósito es evitar un bloqueo del Estado, pero no autoriza nuevos impuestos ni gastos adicionales en comparación con el presupuesto de 2025.
El gobierno ha intensificado la presión para que se apruebe un texto lo antes posible. La falta de un presupuesto impediría una respuesta a la crisis agrícola, un aumento de los créditos militares o la asignación de fondos para la reconstrucción de Mayotte, un año después del paso del ciclón Chido.
El gobierno adopta un tono menos alarmista
En los últimos días, el gobierno ha intentado minimizar la situación. “Es el servicio mínimo. Garantizamos tres cosas: el pago de los funcionarios, la seguridad vital del país y el pago a nuestros acreedores”, resumió la ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, el domingo por la noche en BFMTV. “No estoy diciendo que esto sea una plaga de langostas o un cataclismo”.
La ministra estimó en alrededor de 11.000 millones de euros el coste de la ley especial para las finanzas públicas. Sin embargo, según una nota ministerial consultada por “Les Echos”, esta cifra parece significativamente sobreestimada por dos razones.
En primer lugar, el Parlamento ha aprobado un presupuesto para la Seguridad Social, que incluye algunas de las medidas que el gobierno había señalado como amenazas financieras en caso de fracaso de las negociaciones, como la revalorización de las pensiones. Y el impuesto sobre las mutuas se aplicará en cualquier caso.
Lecornu se muestra “persuadido” de alcanzar un acuerdo
Los debates sobre el presupuesto de 2026 se reanudarán en enero. Antes, el Primer Ministro se prepara para unas vacaciones dedicadas al estudio, con negociaciones informales que tendrán lugar durante el período festivo. Sébastien Lecornu, presionado por su partido para recurrir al artículo 49.3, se declaró el martes “persuadido” de alcanzar un acuerdo en el Parlamento sobre una ley de finanzas.
“Tenemos tiempo gracias a la ley especial y retomaremos un procedimiento parlamentario normal en enero”, declaró el diputado de Les Républicains (LR) Philippe Juvin, ponente general del presupuesto. Sin embargo, es probable que esta “tregua” navideña sea breve, dadas las profundas divisiones que se han manifestado a lo largo de los debates presupuestarios durante el otoño. El diálogo privilegiado entablado por Sébastien Lecornu con el Partido Socialista ha permitido la adopción del presupuesto de la Seguridad Social para 2026, a costa de concesiones por parte del gobierno, especialmente en materia de pensiones. Pero las profundas divergencias entre la Asamblea Nacional y el Senado, hostil a cualquier impuesto adicional, han impedido la aprobación del texto sobre la financiación del Estado.
