Según el último informe del IPC –un sistema global de seguimiento de la malnutrición y la inseguridad alimentaria–, actualmente no se clasifica ninguna zona de Gaza en situación de hambruna (Fase 5 del IPC), tras la mejora del acceso humanitario y comercial después del alto el fuego del 10 de octubre.
Sin embargo, casi toda la Franja de Gaza permanece en emergencia (Fase 4 del IPC), con cientos de miles de personas que siguen sufriendo tasas muy altas de desnutrición aguda.
Entre mediados de octubre y finales de noviembre, alrededor de 1,6 millones de personas –aproximadamente el 77 por ciento de la población analizada– se enfrentaron a niveles de hambre en crisis (Fase 3) o peores. Esto incluyó a más de 500.000 personas en emergencia (Fase 4) y a más de 100.000 personas en situación de catástrofe (Fase 5), según el informe.
Avances “peligrosamente frágiles”
El Secretario General de la ONU, António Guterres, declaró que los últimos hallazgos muestran progreso, pero advirtió que las ganancias siguen siendo “frágiles, peligrosamente frágiles”.
“Se ha evitado la hambruna. Muchas más personas pueden acceder a los alimentos que necesitan para sobrevivir”, dijo a los periodistas en la sede de la ONU, en Nueva York.
Sin embargo, añadió que 1,6 millones de personas en Gaza –más del 75 por ciento de la población– “se prevé que enfrenten niveles extremos de inseguridad alimentaria aguda y riesgos críticos de desnutrición”.
El análisis del IPC proyecta que, hasta mediados de abril de 2026, alrededor de 571.000 personas permanecerán en condiciones de emergencia, mientras que se espera que aproximadamente 1.900 personas sigan enfrentando hambre a nivel de catástrofe. En un escenario pesimista –que incluya una reanudación de las hostilidades o una interrupción de los flujos humanitarios y comerciales–, toda la Franja de Gaza podría volver a enfrentarse a la hambruna.
La malnutrición, una preocupación importante
La malnutrición sigue siendo una preocupación importante, especialmente entre los niños y las mujeres embarazadas y lactantes.
Se espera que casi 101.000 niños de entre seis y 59 meses sufran desnutrición aguda hasta mediados de octubre de 2026, incluidos más de 31.000 casos graves. Se estima que también necesitarán tratamiento unas 37.000 mujeres embarazadas y lactantes.
Si bien la ayuda alimentaria ha aumentado, el informe subraya que la asistencia apenas satisface las necesidades básicas de supervivencia. Los servicios de salud, los sistemas de agua y saneamiento, la vivienda y los medios de vida siguen muy dañados, dejando a las familias vulnerables, especialmente durante el invierno.
Proyección de la inseguridad alimentaria aguda y la desnutrición aguda en la Franja de Gaza.
Se necesita un “cese del fuego duradero”
“Las familias están soportando lo insoportable”, dijo el Sr. Guterres, describiendo a niños durmiendo en tiendas de campaña inundadas y edificios derrumbándose bajo la lluvia y el viento.
Añadió que los equipos humanitarios están preparando más de 1,5 millones de comidas calientes diarias, reabriendo centros de nutrición y restaurando los servicios de agua y salud, pero advirtió que las necesidades siguen creciendo más rápido que la entrega de ayuda.
“Necesitamos un cese del fuego verdaderamente duradero”, dijo, y pidió más cruces hacia Gaza, menos restricciones a los suministros críticos, rutas seguras dentro de la Franja, financiación sostenida y acceso humanitario irrestricto.
El informe del IPC subraya que, sin un acceso sostenido y ampliado, una ayuda continua y la reconstrucción de la infraestructura esencial, la situación de seguridad alimentaria en Gaza podría deteriorarse rápidamente de nuevo, con consecuencias duraderas para una población ya traumatizada.
