Un plan de 20 puntos, resultado de semanas de intensas negociaciones entre Estados Unidos y Ucrania, carece de la aprobación de Moscú. La reunión en Florida se produce tras un masivo ataque ruso con misiles y drones contra Kiev.
El encuentro, que tendrá lugar en la residencia de Mar-a-Lago de Trump a la 1:00 pm (1800 GMT) según la Casa Blanca, será el primer encuentro cara a cara desde octubre, cuando el presidente estadounidense rechazó la solicitud de Zelensky de misiles Tomahawk de largo alcance.
Zelensky declaró durante una escala en Canadá el sábado que esperaba que las conversaciones fueran “muy constructivas”, y añadió que el líder ruso Vladimir Putin había mostrado sus cartas con el último ataque contra la capital ucraniana.
“Este ataque es, una vez más, la respuesta de Rusia a nuestros esfuerzos de paz. Y realmente demostró que Putin no quiere la paz”, afirmó.
Apoyo europeo
Zelensky mantuvo una conferencia telefónica mientras estaba en Canadá con líderes europeos que, según el canciller alemán Friedrich Merz, prometieron su pleno apoyo a sus esfuerzos de paz.
Rusia ha acusado a Ucrania y a sus aliados europeos de intentar “torpedear” un plan previo, mediado por Estados Unidos, para detener los combates.
Aumentando la presión en el campo de batalla, Rusia anunció el sábado que había capturado dos pueblos más en el este de Ucrania, Myrnograd y Guliaipole.
“Si las autoridades de Kiev no quieren resolver este asunto pacíficamente, resolveremos todos los problemas que se nos presenten por medios militares”, declaró Putin el sábado.
También fue citado por la agencia de noticias estatal TASS diciendo que “los líderes del régimen de Kiev no tienen prisa por resolver este conflicto pacíficamente”.
Las jefas de la UE, Ursula von der Leyen y Antonio Costa, que se unieron a la conferencia telefónica de Zelensky, afirmaron que el apoyo de la Unión Europea a Ucrania nunca flaqueará y se comprometieron a mantener la presión sobre el Kremlin para que llegue a un acuerdo.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, declaró a TASS que Moscú continuaría su “compromiso con los negociadores estadounidenses” y “abordaría las causas profundas del conflicto”, pero criticó a los europeos.
“Tras el cambio de administración en Estados Unidos, Europa y la Unión Europea se han convertido en el principal obstáculo para la paz”, dijo Lavrov.
“No ocultan sus planes de prepararse para la guerra con Rusia”, dijo Lavrov, añadiendo que las ambiciones de los políticos europeos están “literalmente cegándolos”.
“No solo no les importan los ucranianos, sino que tampoco parecen preocuparse por su propia población”, afirmó.
Trump se ha mostrado poco comprometido con la nueva propuesta de paz hasta el momento, diciéndole a Politico el viernes que Zelensky “no tiene nada hasta que yo lo apruebe”.
Las conversaciones abordarán un plan que detendría la guerra a lo largo de sus líneas actuales y podría exigir a Ucrania que retire sus tropas del este, permitiendo la creación de zonas de amortiguación desmilitarizadas.
Como tal, contiene el reconocimiento más explícito hasta la fecha por parte de Kiev de posibles concesiones territoriales.
Sin embargo, no prevé la retirada de Ucrania del 20 por ciento de la región oriental de Donetsk que aún controla, la principal demanda territorial de Rusia.
Trump ha convertido el fin de las guerras de Ucrania y Gaza en la piedra angular de su segundo mandato como autoproclamado “presidente de la paz”.
Pero la guerra en Ucrania, según su propio testimonio, ha demostrado ser mucho más difícil de lo que esperaba.
Garantías de seguridad
Zelensky dijo a los periodistas en Canadá que las garantías de seguridad serían el foco de las conversaciones en Florida.
“Las garantías de seguridad deben ser simultáneas al fin de la guerra, porque debemos estar seguros de que Rusia no volverá a iniciar una agresión”, afirmó.
“Necesitamos garantías de seguridad sólidas. Discutiremos esto y discutiremos los términos”.
Ucrania insiste en que necesita más financiación y armas europeas y estadounidenses, especialmente drones.
El primer ministro canadiense Mark Carney, que se reunió con Zelensky el sábado, anunció 2.500 millones de dólares canadienses (1.820 millones de dólares estadounidenses) en nueva asistencia económica para ayudar a Ucrania a reconstruirse una vez que termine la guerra.
El último ataque ruso, en el que 500 drones y 40 misiles bombardearon Kiev, provocó cortes de energía y calefacción a cientos de miles de residentes durante temperaturas bajo cero.
La energía ha sido restaurada “a todos los hogares de la capital”, dijo DTEK, el mayor inversor privado en la industria energética de Ucrania, el domingo.
La administración militar en la ciudad de Kherson, justo al sur de Kiev, dijo que Rusia lanzó un ataque durante la noche que dejó sin electricidad a parte de la ciudad.
© 2025 AFP
