La Dra. İpek Midi, destacada profesional de la salud, enfatizó la importancia crucial de la intervención temprana y el acceso rápido a un equipo médico especializado para salvar la vida de los pacientes que sufren un accidente cerebrovascular (ACV).
La Dra. Midi explicó que el ACV se produce principalmente por la obstrucción de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro o por la ruptura de un vaso, y que en ambos casos, los síntomas aparecen repentinamente, lo que hace que la pérdida de tiempo sea un riesgo significativo.
“LOS SÍNTOMAS TEMPRANOS NO SE TOMA SUFICIENTEMENTE EN SERIO”
La Dra. Midi advirtió que los síntomas iniciales del ACV a menudo no se toman con la seriedad necesaria por la población. Entre estos síntomas se incluyen debilidad o pérdida repentina de sensibilidad en la cara, el brazo o la pierna, pérdida de visión, dificultad para hablar, mareos, pérdida de equilibrio e incluso pérdida de conciencia. En estos casos, es fundamental que el paciente sea trasladado a un centro especializado en ACV lo antes posible, sin demora, sin intentar dormirlo y a través del número de emergencias 112.
La Dra. İpek Midi subrayó que las primeras horas tras un ACV son de vital importancia. “El tratamiento agudo del ACV solo puede realizarse dentro de las primeras 4.5 horas. Durante este tiempo, se pueden administrar medicamentos para disolver el coágulo sanguíneo y, en pacientes seleccionados, se puede realizar una trombectomía en una unidad de angiografía para extraer el coágulo. Sin embargo, una vez transcurrido este tiempo, las posibilidades de tratamiento disminuyen y aumenta el riesgo de que el paciente quede con una parálisis permanente”, afirmó.
EL ESTILO DE VIDA SEDENTARIO Y LA MALA ALIMENTACIÓN AUMENTAN EL RIESGO
La Dra. Midi destacó la importancia de controlar la presión arterial y el azúcar en sangre, así como de realizar controles médicos regulares. También señaló un aumento en los ACV de origen cardíaco.
Recordando que el riesgo de ACV aumenta con la edad, la Dra. Midi enfatizó que un estilo de vida sedentario y una mala alimentación están poniendo en riesgo no solo a las personas mayores, sino también a los jóvenes y a los adultos de mediana edad.
La disminución de la actividad física, pasar largas horas frente al ordenador y una dieta rica en comida rápida pueden afectar negativamente la salud vascular a una edad temprana. “La hipertensión, la diabetes, los trastornos del ritmo cardíaco, la obesidad y la falta de actividad física son los factores de riesgo más importantes para el ACV. Cuando estos factores se controlan, el 90% de los ACV se pueden prevenir. A medida que aumenta la tasa de obesidad en la sociedad, la disminución de la actividad física contribuye al aumento de peso, el colesterol y el azúcar en sangre. Caminar regularmente ayuda a perder peso y a reducir los niveles de colesterol y azúcar. Incluso caminar solo 4 días a la semana puede tener un efecto protector. Además, la dieta mediterránea es muy beneficiosa en este sentido.”
LAS INTERVENCIONES INCORRECTAS PUEDEN EMPEORAR EL ACV
La Dra. Midi señaló que es común que en la sociedad se realicen intervenciones incorrectas en el hogar durante un ACV, y que estas prácticas pueden representar riesgos vitales.
Recordó que el enfoque correcto es esperar a los equipos de emergencia sin administrar ningún medicamento. “A veces, se le echa agua fría al paciente, se le dice que duerma y se le da aspirina. Sin embargo, el ACV también puede ser hemorrágico. Los medicamentos anticoagulantes como la aspirina pueden agrandar el área de sangrado en los ACV hemorrágicos, empeorando el cuadro. Es importante colocar al paciente de lado, proteger su cabeza para que no se golpee y mantener las vías respiratorias despejadas. Los equipos del 112 miden la presión arterial y el azúcar en sangre y trasladan al paciente al centro de ACV más cercano. Cuanto antes comience esta cadena, mayores serán las posibilidades de supervivencia del paciente”, explicó.
La Dra. Midi también destacó que el proceso de recuperación después de un ACV es tan importante como la fase aguda, y que comenzar la fisioterapia temprano determina la calidad de vida del paciente.
“En un tercio de los casos de ACV, el paciente mejora. En otro tercio, queda con secuelas permanentes, como parálisis de un lado del cuerpo. Sin embargo, comenzar la fisioterapia temprano es crucial para que el paciente pueda llevar una vida más saludable en el futuro”, concluyó la Dra. İpek Midi.
