Jim Beam, uno de los mayores fabricantes de bourbon, suspenderá la producción en su destilería principal en Estados Unidos durante todo el año 2026, en un contexto de incertidumbre para el sector, exacerbada por las tarifas comerciales estadounidenses.
La James B Beam Distilling Company anunció el cierre de su destilería en Clermont, Kentucky, durante el próximo año, al tiempo que aprovechará la oportunidad para realizar mejoras en sus instalaciones.
“Evaluamos constantemente los niveles de producción para satisfacer mejor la demanda de los consumidores y recientemente nos reunimos con nuestro equipo para discutir nuestros volúmenes para 2026”, declaró la compañía en un comunicado.
Las operaciones de embotellado y almacenamiento de Jim Beam continuarán funcionando en la planta de Clermont. La empresa no ha anunciado despidos de su plantilla de 1.000 empleados en Kentucky.
Jim Beam es propiedad del grupo japonés de bebidas Suntory Global Spirits, que adquirió la marca en 2014 por 16.000 millones de dólares (13.600 millones de euros). La adquisición también incluyó dos destilerías irlandesas propiedad de Beam: Cooley y Kilbeggan.
La renombrada destilería Cooley, fundada por John Teeling, fue vendida a Beam Inc. a principios de 2012 y se convirtió en parte del imperio global de bebidas de Suntory. Suntory no ha comentado si sus operaciones irlandesas también se verán afectadas.
Suntory, conocida por sus celebrados whiskies de malta simple, también incluye en su portafolio las marcas de vodka Haku y ginebra Sipsmith, así como las bebidas refrescantes Orangina y Lucozade. La empresa emplea a más de 6.000 personas en todo el mundo.
Jim Beam indicó que está evaluando cómo utilizar su fuerza laboral durante la pausa en la producción y se encuentra en conversaciones con el sindicato de trabajadores.
Otras operaciones de la compañía en Kentucky, incluyendo otra destilería y sus plantas de embotellado y almacenamiento, permanecerán abiertas el próximo año. El centro de visitantes en Kentucky también seguirá funcionando.
La decisión de la marca Suntory se produce en un momento de incertidumbre en la industria del whisky, agravada por las tarifas comerciales estadounidenses.
Previamente, se habían expresado preocupaciones por la disminución del consumo de alcohol, un exceso de oferta en el mercado, las presiones del costo de vida y los costos de producción. En Irlanda, alrededor del 90% de las destilerías pausaron o redujeron su producción tras el anuncio de las tarifas comerciales en abril, aunque muchas han reanudado la producción desde entonces.
Las presiones regulatorias también son un factor en Estados Unidos. La Kentucky Distillers’ Association (KDA) informó que existe una cantidad récord de bourbon almacenado en los almacenes de todo el estado: más de 16 millones de barriles.
La KDA advirtió que las destilerías se enfrentan a unos “abrumadores” 75 millones de dólares (68 millones de euros) en impuestos sobre su inventario este año, ya que el estado cobra impuestos sobre los barriles de licor en proceso de envejecimiento. – Información adicional: The Guardian.
