EUGENE, Oregón – Después de que JMU derrotara a Western Kentucky el año pasado en el Boca Raton Bowl, la primera victoria en un tazón en la historia del programa, el linebacker sénior Jacob Dobbs hizo una predicción sobre el futuro de los Dukes y del entrenador en jefe Bob Chesney.
“El año que viene, les garantizo que este equipo competirá como un equipo del Grupo de 5 en el CFP”, dijo Dobbs ese día en Florida, después de su último partido universitario. “Porque sé lo que ese hombre, este cuerpo técnico y esos chicos en el vestuario harán el año que viene”.
¿Qué hizo que Dobbs estuviera tan seguro de que JMU llegaría a este punto?
“Fue una predicción bastante fácil, en mi opinión, con toda la información que tenía”, dijo Dobbs. “Obviamente, creo en el entrenador Chesney y en todo el personal. Es fácil creer en alguien que es tan buena persona y en el tipo de personas que lo rodean. Y luego tuve una muy buena idea de lo que quedaría atrás, en términos del talento aquí, y luego, en última instancia, lo que pudieron agregar a través del portal y el reclutamiento con la clase entrante. Vi el potencial de que los chicos jóvenes se desarrollaran de la manera en que terminaron haciéndolo”.
Los Dukes cumplieron con la declaración de Dobbs y se enfrentarán al quinto cabeza de serie, Oregon, el sábado en el Autzen Stadium, y Dobbs ha estado con ellos en cada paso del camino, trabajando como entrenador de control de calidad en el personal.
El linebacker, que comenzó su carrera en Holy Cross antes de seguir a Chesney a JMU antes de la temporada pasada, intentó una carrera en la NFL.
“No estaba listo para dejar el fútbol cuando me cortaron”, dijo Dobbs. “Así que, la primera llamada que hice fue al entrenador Chesney, en el aeropuerto mientras mi vuelo se retrasaba en Tennessee cuando los Titans me cortaron, así que fue genial poder regresar a JMU y emprender este viaje. Y aún no hemos terminado”.
Un regreso a casa: Muchos miembros del programa JMU nunca han jugado un partido, o incluso han estado, en Oregon o en la costa oeste. Pero no el corredor suplente Jobi Malary.
Malary es de Gresham, Oregón, justo afuera de Portland y a unas dos horas al norte de Eugene.
Fue una estrella en Sam Barlow High School, obteniendo honores de segundo equipo en todo el estado como senior, cuando corrió para 1,800 yardas y 30 touchdowns.
Malary comenzó su carrera universitaria en casa en Portland State, desarrollándose en un titular en su quinta temporada allí.
Malary se transfirió a JMU antes de la temporada 2024 y ha dado a los Dukes una opción secundaria confiable y poderosa para emparejar con el titular Wayne Knight.
Malary entró como walk-on y obtuvo una beca con los Dukes.
“Es simplemente positivo”, dijo Chesney. “Es un chico que entró como walk-on, no pidió mucho, solo quería la oportunidad de demostrarse a sí mismo”.
Esta temporada, Malary ha corrido para 343 yardas y cuatro touchdowns en siete partidos. Corrió para 105 yardas y tres touchdowns en una victoria sobre App State y 154 yardas y un touchdown en la victoria en Coastal Carolina.
¿Lluvia púrpura?: Gran parte de Oregon ha sido azotada por la lluvia durante gran parte de la semana pasada y se pronostica más precipitación para la próxima semana. Los Dukes aterrizaron en una lluvia torrencial en Eugene el jueves por la noche.
Pero el pronóstico para el partido del sábado es sin lluvia. El Servicio Meteorológico Nacional predice un día parcialmente soleado con temperaturas entre 32 y 41 grados.
Harrisonburg viaja: No hay duda de que el famoso Autzen Stadium de Oregon estará inundado de verde el sábado, pero también debería haber más que una pizca de púrpura y oro de JMU. La escuela vendió 3,500 boletos en su bloque y más fanáticos de los Dukes pudieron obtener boletos a través de Oregon y en el mercado secundario. Se espera que el evento oficial de tailgate en Essig Field, frente a Autzen, atraiga a más de 5,000 fieles de JMU.
