Los médicos han confirmado que la enfermedad del hígado graso en etapa temprana y la prediabetes pueden tratarse con cambios continuos en el estilo de vida. Ambos padecimientos pueden ser revertidos si se diagnostican a tiempo, pero es necesario modificar ciertos hábitos para llevar una vida saludable, según informa el sitio Times Now.
¿Es posible tratar la enfermedad del hígado graso en etapa temprana y la prediabetes?
El Dr. Vimal Bahuja, médico internista y especialista en enfermedades metabólicas del Hospital Dr. L. H. Hiranandani en India, explicó: “Tanto la enfermedad del hígado graso en etapa temprana como la prediabetes representan una señal de alerta metabólica. En esta fase, el daño celular es leve y puede ser completamente reversible en un plazo de 6 a 12 meses mediante la corrección regular y práctica del estilo de vida”.
La clave reside en reducir la grasa en el hígado y mejorar la sensibilidad a la insulina al mismo tiempo.
Algunas formas de tratar estos dos padecimientos incluyen:
Corregir tu dieta
De acuerdo con el Dr. Bahuja, es importante seguir una dieta baja en índice glucémico y rica en fibra, preferiblemente en todas las comidas. Añadió: “Concéntrate en verduras, legumbres, ensaladas y cereales integrales (arroz integral) y consume frutas con moderación”.
Consume proteínas de lentejas, huevos, pescado y queso para mantener la masa muscular y reducir los antojos de azúcar.
También es importante reducir los carbohidratos refinados y el fructosa de las bebidas azucaradas, los productos horneados y los azúcares ocultos en los bocadillos “saludables” enlatados, ya que aumentan la acumulación de grasa en el hígado.
Reemplaza los aceites visibles con grasas saludables como el aceite de oliva, el aceite de canola, el aceite de mostaza o el aceite de salvado de arroz, y añade nueces o semillas para obtener los beneficios de los ácidos grasos omega-3 y monoinsaturados.
Come conscientemente, utilizando platos más pequeños, estableciendo horarios de comida y evitando consumir bocadillos tarde en la noche, ya que es un secreto para prevenir estas enfermedades graves.
Aumentar la actividad física
Caminar a paso rápido, que debe practicarse durante al menos 150 minutos semanales o 10,000 pasos diarios, ayuda a tratar las etapas tempranas de la esteatosis hepática.
El Dr. Bahuja afirma: “El ejercicio de resistencia dos o tres veces por semana mejora la absorción de glucosa en los músculos y la tasa metabólica basal”.
La actividad física no deportiva (NEAT), que incluye subir escaleras, tomar descansos cortos y realizar tareas domésticas, quema más calorías acumulativamente que una sola sesión en el gimnasio.
Evita estar sentado durante más de 30 minutos seguidos. El hábito de estar activo en el escritorio es más efectivo que el ejercicio intermitente.
Cuida tu higiene del sueño y tu descanso
La alteración del sueño agrava la resistencia a la insulina y aumenta la acumulación de grasa visceral.
El experto recomienda dormir entre 7 y 8 horas de calidad, mantener horarios regulares de sueño y vigilia, y proporcionar un ambiente oscuro en la habitación.
También se aconseja evitar las comidas pesadas, la cafeína y la exposición a la luz azul dos horas antes de acostarse.
Reduce el estrés
El estrés crónico eleva los niveles de cortisol, lo que agrava tanto la enfermedad del hígado graso como la prediabetes. Practica ejercicios de respiración profunda, yoga o meditación durante 10 minutos al día.
Monitoreo periódico
Después del diagnóstico, es importante controlar periódicamente (cada 3 a 4 meses) el nivel de azúcar en sangre en ayunas, la hemoglobina glucosilada (HbA1c), los niveles de enzimas hepáticas (ALT/AST), los triglicéridos y la circunferencia de la cintura.
Se recomienda alcanzar una circunferencia de cintura ideal de 90 cm para hombres o menos de 80 cm para mujeres, ya que está mejor relacionada con la reducción del riesgo de enfermedades metabólicas que el peso por sí solo.
Los pequeños y constantes hábitos, como caminar 10 minutos después de las comidas, sustituir un carbohidrato refinado por día y mantenerse hidratado, tienen un impacto notable en el metabolismo.
