Donald Trump continúa dejando su huella en Washington D.C. La Casa Blanca anunció este jueves que el emblemático Kennedy Center, un importante recinto de espectáculos en la capital estadounidense y que actualmente cuenta con directivos cercanos al presidente republicano, cambiará de nombre a Trump-Kennedy Center.
La decisión, según declaraciones de Karoline Leavitt, portavoz del presidente, reconoce “el increíble trabajo que el presidente Trump ha realizado este año para salvar el edificio, no solo en términos de su reconstrucción, sino también de sus finanzas y su reputación”.
Una institución en manos de allegados a Donald Trump
El ex promotor inmobiliario ha convertido su nombre en una marca registrada, visible en sus propiedades. Ahora, parece que busca extender esta práctica a su mandato presidencial: el magnate de 79 años ya ha visto su nombre grabado en la fachada de un “Instituto de la Paz” en Washington, una decisión tomada por el Departamento de Estado.
Trump ha tomado el control de esta institución cultural, antes neutral, y ha colocado a personas de su confianza en puestos clave. De hecho, el expresidente de televisión ha protagonizado una gala benéfica en el centro, al que pretende convertir en un símbolo de su enfoque cultural tradicionalista y “anti-woke”. La nueva dirección del Kennedy Center ha eliminado los espectáculos de drag queen y los eventos en apoyo a la comunidad LGBTQ+, invitando en su lugar a conferencias de la derecha religiosa y a artistas cristianos. Según informes de la prensa estadounidense, la venta de entradas ha disminuido desde que Trump y sus allegados asumieron el control del Kennedy Center.
