(El presente texto contiene algunos spoilers)
Actualmente en cartelera se puede ver L’Agent secret (El Agente Secreto), un filme destacado de finales de 2025, considerado por muchos como la obra más lograda de su director, Kleber Mendonças Filho. Filho es conocido por trabajos anteriores aclamados como Les Bruits de Recife (Los Ruidos de Recife, 2012), Aquarius (2016) y Bacurau (2019). La acción se desarrolla en 1977, en un Brasil asfixiado por la dictadura. Alimentándose de sus recuerdos de infancia, la actualidad y una investigación de aproximadamente siete años que culminó en el documental Portraits fantômes (Retratos Fantasmas, 2023), Filho compone una obra exuberante y vibrante, un híbrido exitoso de géneros y registros: thriller, western, crítica política, fantasía desbordada, absurdo, carnaval y sátira. A través de ella, el director oscila entre el cine de autor y el cine de serie B, mezclando hábilmente mito y realidad.
Antes de convertirse en el aclamado director que es hoy, Filho fue crítico de cine en Brasil, escribiendo para periódicos de Río de Janeiro y São Paulo. Su primer largometraje, Crítico (2008), realizado a lo largo de varios años, dio voz a numerosos críticos y cineastas. En Portraits fantômes, evocó su descubrimiento del séptimo arte, la importancia de las salas de Recife –como el São Luiz o el Art Palácio– y su lamentable desaparición. En L’Agent secret se percibe una profunda pasión por el cine y una constante referencia a él.
La historia comienza con Marcelo, interpretado por Walter Moura –conocido principalmente por su papel en la serie Narcos (2015)–, en camino a Recife, su ciudad natal. Proviene de São Paulo, donde trabajó como investigador en una universidad. Recife, ubicada en el estado de Pernambuco, en el Nordeste, está terriblemente alejada de São Paulo, la metrópolis situada en la rica región sur de Brasil. La primera escena establece un ambiente mórbido y un tono sombrío: en una zona rural casi desértica, Marcelo se detiene en una gasolinera y ve el cadáver en descomposición de un ladrón asesinado, al que nadie parece dispuesto a recoger. Agentes de policía que pasan por el lugar intentan extorsionar a Marcelo.
En una entrevista, Filho explicó que se inspiró en Réveil dans la terreur (Despertar en el Terror, 1971) (1), la película de Ted Kotcheff ambientada en el interior australiano. Recuerda la atmósfera sofocante de las escenas en las que John Grant, aislado y sin dinero, atraviesa el desierto huyendo de la hostil ciudad de Bundanyabba. Evoca las imágenes térmicas que aparecen en algunos planos del paisaje. En la misma entrevista, Filho menciona las ópticas que utilizó: objetivos Panavision anamórficos, empleados en el rodaje de películas en Cinemascope, especialmente en el cine hollywoodense clásico –westerns, películas de aventuras–. El director declara: «One of the lenses we used, I think, was used on [John Boorman’s] Deliverance (1972)» (1).
A través de los movimientos de cámara, como los travelling ópticos, el uso del split-screen y los efectos de doble profundidad de campo obtenidos con el split-diopter, Filho rinde homenaje al cine de los años setenta y a directores como Brian de Palma (2).
En Recife, mientras el Carnaval está en pleno apogeo, con su cuota de víctimas más o menos accidentales, Marcelo se hospeda en casa de una anciana que acoge a “refugiados”, opositores perseguidos por el poder (3). Allí se reencuentra con su hijo Fernando, de nueve años, aproximadamente la edad que tenía Filho en 1977. Fernando está protegido por los padres de la mujer de Marcelo, Fatima, quien oficialmente murió de una enfermedad. Fernando es apasionado por Tiburón (Jaws) de Steven Spielberg, estrenada en Brasil en 1975. Debido a su edad, su familia le prohíbe verla, por lo que se conforma con el póster colgado en la pared de su habitación y dibuja tiburones. El primer episodio de L’Agent secret, dividido en capítulos como la mayoría de las otras películas de Filho, se titula “La pesadilla del niño pequeño”. El tiburón es una figura simbólica que regresa repetidamente, bajo diferentes aspectos, y que remite al régimen en el poder, a los depredadores que lo encarnan y lo hacen prosperar.
El abuelo de Fernando, Alexandre Nascimento, es proyeccionista en el cine São Luiz. Allí proyecta Tiburón, pero también Le Magnifique (El Magnífico) de Philippe de Broca (1973), que trata sobre espionaje en Sudamérica y un ataque mortal perpetrado por un escualo. El actor Carlos Francisco, que interpreta a Alexandre Nascimento, se parece mucho a Alexandre Moura, quien fue realmente uno de los proyeccionistas de Recife, a quien Filho sigue e interroga en Portraits fantômes. El cineasta le había dedicado un cortometraje en 1992: Homem de Projeção, codirigido con Elissima Cantalice (4).
Poco a poco, el espectador comprende la situación de Marcelo, aprende cuál ha sido y cuál es su trayectoria. La película funciona como un “puzzle”, con subtramas que adquieren sentido gradualmente, con numerosos e importantes personajes secundarios que le dan a la obra su dimensión coral. Marcelo, cuyo físico recuerda ligeramente al de Che Guevara en las primeras escenas, se revela como un opositor al régimen, amenazado de muerte. Este hombre, obligado a ocultar su verdadera identidad –su verdadero nombre es Armando–, está en busca de sus raíces. Intenta recomponer su historia familiar, dar un verdadero sentido a su existencia en un país dominado por el arbitrio, la mentira y la corrupción. A su llegada a Recife, consigue un empleo en un servicio del Registro Civil. Aprovecha para buscar en los archivos rastros de su madre, a quien no conoció y que desapareció.
A través de su personaje y su película, Filho se interesa –y sigue haciéndolo– por la cuestión de la memoria, la transmisión a través de las generaciones de la historia individual y de la Historia colectiva. En particular, por un país, Brasil, que en sus épocas más oscuras ha hecho desaparecer hasta los rastros de la existencia de ciertos ciudadanos asesinados, ocultando las razones de su desaparición. A este respecto, se comprende que Fatima, la esposa de Marcelo y la madre de Fernando, quizás no murió de neumonía y que pudo haber sido ejecutada. Es importante destacar que un personaje femenino, Elza, registra testimonios de ciudadanos que resisten al régimen, se esconden de las autoridades, y en particular el testimonio de Marcelo. La grabadora Panasonic que utiliza es una referencia a la de la madre de Filho, Joselice Jucá, quien era historiadora y se interesaba concretamente por la historia oral (5). En Portraits fantômes, Filho hablaba de su madre, mostrando documentos fílmicos que la representaban. En un presente que podría corresponder al de la realización de L’Agent secret, jóvenes investigadoras de São Paulo escuchan estas grabaciones que han sido digitalizadas. Una de ellas, Flavia, transmite una copia a Fernando, ya adulto, quien sabe poco sobre su padre Marcelo, alias Armando. Es significativo que Fernando trabaje en un banco de sangre. El tercer y último episodio de L’Agent secret se titula “El centro de transfusión sanguínea”.
Al final, Fernando le explica a Flavia que si, de niño, tenía pesadillas sobre Tiburón, éstas desaparecieron cuando pudo ver la película. Una forma de afirmar que los demonios del pasado pueden desaparecer cuando se enfrentan. Algo que Brasil no supo o no quiso hacer colectivamente, especialmente aquel que se dejó anestesiar por las sirenas del bolsonarismo. De esta época también habla Filho, quien se exilió en Francia durante el reinado de Jair Bolsonaro.

La propuesta de Filho es bastante clara, incluso a veces pesada, como quizás haya comprendido el lector. Al mismo tiempo, el director no deja de dejar zonas de ambigüedad, porque la realidad humana es compleja, difícil de aprehender. Para perder al espectador, para jugar con él, y para conferir a su película una dimensión a veces burlesca. Muchos elementos remiten a esta ambigüedad y a la ambivalencia de algunos personajes. Está el gato de dos cabezas de los abuelos que cuidan a Fernando: un felino afectado por diprosopia y que constituye una figura janusiana, cuyas apariciones no dejan de hacer reír al espectador. Está el personaje de Hans, escondido en casa de un sastre –interpretado por Udo Kier–, sobre el que no se sabe realmente si es un superviviente judío del Holocausto o un antiguo nazi que intenta hacerse pasar por lo que no es exhibiendo una menorá (candelabro). Este personaje está inspirado en la figura de Gunther en Portraits fantômes. Gunther parece haber sido un antiguo nazi, escondido en el cine donde trabaja el proyeccionista Alexandre Moura. Y luego está la pierna. Un motivo simbólico y polisémico. Esta pierna es la de una probable víctima del poder. Se encuentra en el estómago de un tiburón. El malvado comisario Euclides y sus dos hijos, Arlindo y Sergio, la roban de la morgue donde se conserva para su identificación y la hacen desaparecer. Pero la pierna es también ese miembro peludo que siembra el terror en la ciudad, especialmente agrediendo a individuos en el Parque 13 de Maio. Es una leyenda urbana que surgió en la segunda mitad de los años setenta (6). Al respecto, Filho declaró que «fue inventada por dos periodistas»: «Tenían que lidiar siempre con la censura, así que crearon este código de “La Pierna Peluda”. Pero en realidad, La Pierna Peluda designaba a la policía que golpeaba a la gente en el parque, en particular a la comunidad gay (y a todos los demás “degenerados”) que se besaban y tenían relaciones sexuales. Se convirtió en un fenómeno. Estaba en todas partes en los periódicos, los dibujos animados y los programas de radio» [Nuestra traducción] (7).
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Notas:
1) «My Jaws Obsession Had No Boundaries : Kleber Mendonça Filho on The Secret Agent » (por Erik Luers), en Filmaker Magazine, 17 de diciembre de 2025.
URL: https://filmmakermagazine.com/132652-interview-kleber-mendonca-filho-the-secret-agent/
2) La jefa de operadores Evguenia Alexandrova declaró: «El énfasis está en la puesta en escena y la dirección, y no en una simple técnica de imagen. En las dos escenas en las que la utilizamos, los personajes tienen la misma importancia. La primera vez que vemos al hijo del personaje de Wagner y a él mismo, el niño es interpretado por Wagner. Es como en un espejo: ambos están colocados en la misma posición y son de igual importancia, porque se trata de una generación y la siguiente. La película trata principalmente sobre la transmisión y la preservación de la memoria, y queríamos representar eso en esta escena precisa. (…) la segunda escena presenta al cazarrecompensas que finalmente encuentra a Marcelo (…) la tensión está en su punto álgido (…) es esencial que los dos personajes estén nítidos en ese momento preciso» [Nuestra traducción]. Cf. «The Secret Agent Cinematographer Evgenia Alexandrova Talks Bringing Kleber Mendonça Filho’s Vision to Life » (por Maxence Vincent), Filmspeak, 12 de diciembre de 2025.
URL: https://filmspeak.net/interviews/2025/12/11/the-secret-agent-cinematographer-evgenia-alexandrova-talks-bringing-kleber-mendona-filhos-vision-to-life?utm_source=chatgpt.com
3) La actriz Tânia Maria, que lo encarna, describe significativamente este refugio como un “búnker de afecto”. Cf. «Brazilian Actress Pre-Selected for the Oscars Had No Idea What It Was» (por Norton Fernandes Lima), The Yuvoice Sentinel, 10 de noviembre de 2025.
URL: https://yuvoice.org/brazilian-actress-pre-selected-for-the-oscars-had-no-idea-what-it-was/
4) Se puede ver en YouTube: https://youtu.be/ZV_QnZ3ggtM?si=OBLy8b9LfpPx4oET
5) Cf. al respecto, y entre otros, «O Agente Secreto: entrevista com Kleber Mendonça Filho» (por Kenia Nunes), Antena 3, 3 de noviembre de 2025.
URL: https://antena3.rtp.pt/entrevistas/o-agente-secreto-entrevista-com-kleber-mendonca-filho/
6) Una página de Wikipedia en portugués habla de este mito de la Perna Cabeluda: https://pt.wikipedia.org/w/index.php?title=Perna_cabeluda&oldid=71253627
7) Cf. el sitio Filmaker. Las referencias se encuentran en la nota 1.
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N.B.: Durante el último Festival de Cannes, L’Agent secret obtuvo el Premio a la Dirección, el Premio de Interpretación Masculina, el Premio de la Crítica Internacional (FIPRESCI) y el Premio de la Asociación Francesa de Cines de Arte y Ensayo (AFCAE).
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