La reciente fusión entre Lahofer y Znovín ha creado un nuevo gigante en el sector vitivinícola checo, y su director ejecutivo está delineando la estrategia para competir en un mercado cada vez más desafiante. Según reporta Hospodářské noviny, uno de los principales desafíos que enfrenta la compañía es la competencia con Kofola, un conglomerado local con intereses diversificados, incluyendo bebidas.
El líder de la nueva entidad también ha comentado sobre las preferencias de los consumidores checos en cuanto a vinos, así como la creciente demanda de opciones sin alcohol. Esta última tendencia ha llevado a la empresa a considerar la producción de vinos desalcoholizados, buscando así ampliar su base de clientes y adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo.
La estrategia de la compañía se centra en equilibrar la tradición vinícola checa con la innovación, explorando nuevas oportunidades de mercado y respondiendo a las demandas de un público cada vez más diverso. La competencia con Kofola, sin embargo, se perfila como un factor clave en el éxito de esta nueva etapa.
