Yakisugi, una técnica arquitectónica japonesa que consiste en carbonizar la superficie de la madera, ha ganado popularidad en la bioarquitectura. La capa carbonizada protege la madera del agua, el fuego, los insectos y los hongos, prolongando su vida útil. Aunque las técnicas de Yakisugi se codificaron por escrito en los siglos XVII y XVIII, investigaciones recientes sugieren que Leonardo da Vinci ya había escrito sobre los beneficios protectores de la carbonización de la madera más de 100 años antes, según un artículo publicado en Zenodo, un repositorio de investigación financiado por la Unión Europea.
Explorando los apuntes de un genio
Como se informó anteriormente, Leonardo da Vinci produjo más de 13.000 páginas en sus cuadernos (posteriormente recopilados en códices), de las cuales se conservan menos de un tercio. Estos cuadernos contienen una gran variedad de inventos que anticiparon tecnologías futuras: máquinas voladoras, bicicletas, grúas, misiles, ametralladoras, un barco de doble casco “insumergible”, dragas para limpiar puertos y canales, y calzado flotante similar a raquetas de nieve para permitir a una persona caminar sobre el agua. Leonardo incluso previó la posibilidad de construir un telescopio en su Codex Atlanticus (1490), escribiendo sobre “la fabricación de lentes para ver la luna ampliada” un siglo antes de la invención del instrumento.
En 2003, Alessandro Vezzosi, director del Museo Ideale en Italia, se encontró con algunas recetas para mezclas misteriosas mientras revisaba los apuntes de Leonardo. Vezzosi experimentó con estas recetas, obteniendo una mezcla que se endurecía en un material sorprendentemente similar a la baquelita, un plástico sintético ampliamente utilizado a principios del siglo XX. Por lo tanto, Leonardo podría haber inventado el primer plástico artificial.
Los cuadernos también contienen las detalladas notas de Leonardo sobre sus extensos estudios anatómicos. Destacan sus dibujos y descripciones del corazón humano, que capturaron cómo las válvulas cardíacas pueden controlar el flujo sanguíneo 150 años antes de que William Harvey estableciera los fundamentos del sistema circulatorio humano. (En 2005, un cirujano cardíaco británico llamado Francis Wells pionero un nuevo procedimiento para reparar corazones dañados basándose en los bocetos de las válvulas cardíacas de Leonardo y posteriormente escribió el libro The Heart of Leonardo).
