El programa estadounidense “Jimmy Kimmel Live!” grabó al actor de 74 años, Mark Hamill, conocido por su icónico papel en la saga Star Wars, en las calles de Los Ángeles. A pesar de su fama, Hamill se encontró con una sorprendente falta de reconocimiento por parte de los transeúntes.
La broma, que podría haber sido ideada por Blaise Pascal, cuestiona la importancia de lo que el filósofo jansenista consideraba “grandezas de establecimiento”. Tres trilogías de Star Wars parecen no ser suficientes para dejar una huella imborrable en la memoria de todos. El célebre, querido y popular Mark Hamill se encontró con que casi nadie en el Paseo de la Fama de Hollywood lograba identificarlo, a pesar de llevar una gorra y lucir diferente a como lo recuerdan de sus años de mayor popularidad.
La divertida situación se orquestó el 17 de diciembre en “Jimmy Kimmel Live!”, el late-night show que no suele ser del agrado de Donald Trump. Hamill, un actor prolífico con una larga trayectoria en Star Wars y en series de superhéroes, se situó frente a la estrella que la Cámara de Comercio de Hollywood le dedicó en 2018, una de las 2700 que adornan las calles de Los Ángeles.
Star Wars: Mark Hamill no quiere volver a interpretar a Luke Skywalker y explica por qué
Celebridades confundidas
“¿Alguna vez lo has oído nombrar?”, “¿Conocías a este actor? Parece que murió en un accidente de moto acuática…”, bromeó Hamill mientras señalaba su estrella e interactuaba con los transeúntes. Incluso aquellos que se detenían para tomarle una foto o para verificar en internet si la celebridad seguía con vida, no lograban reconocerlo.
En un momento dado, el actor le dijo a un fan disfrazado de Darth Vader: “¡Papá, te dije que no me siguieras al trabajo!”, una clara referencia a la saga Star Wars. Finalmente, una joven logró identificarlo. Quizás el equipo de producción conservó los momentos fallidos para añadir más humor al segmento. De vuelta al estudio de ABC, y mientras el presentador lo felicitaba por su aniversario de boda, Hamill expresó su esperanza de que su esposa lo “reconozca”.
Esta divertida situación recuerda a las experiencias de otras celebridades que confiesan ser confundidas con otras personas, un buen antídoto contra el ego inflado que a veces acompaña al éxito. Por ejemplo, Jeffrey Dean Morgan a menudo es confundido con Javier Bardem. En Francia, Denis Podalydès relata que a veces recibe cumplidos por el trabajo de Jean-Pierre Darroussin. “Nicolas Sarkozy me felicitó por Le Bureau des légendes”, confesó recientemente al Figaro. Una serie protagonizada por Darroussin… y él no tuvo más remedio que agradecer al ex presidente.
