A pesar del crecimiento del empleo, España se mantiene en la parte baja de la Unión Europea en cuanto a la calidad del trabajo, con un índice un 26% inferior a la media, y en términos de ingresos y estabilidad laboral. Así se desprende de un informe de FOESSA-Caritas que revela que la precariedad laboral afecta al 47,5% de la población activa, lo que equivale a 11,5 millones de personas, convirtiéndose en una nueva normalidad que alimenta la desigualdad y la pobreza.
La precariedad laboral como nueva normalidad
El informe destaca que la precariedad laboral se ha consolidado como una realidad para casi la mitad de la población activa española, atrapando a 11,5 millones de personas en diversas formas de inseguridad laboral.
Precariedad, desigualdad y pobreza: un círculo vicioso
La precariedad laboral se identifica como un factor clave en el aumento de la desigualdad y la situación de pobreza de muchas familias. De hecho, más de un tercio de la población en situación de exclusión moderada o grave se encuentra trabajando.
Erosión de la clase media y aumento de la exclusión grave
Tras dos décadas marcadas por crisis económicas sucesivas, las fases de recuperación no han logrado revertir la situación. La exclusión grave en España supera en un 52% los niveles registrados en 2007.
Los factores que definen la baja calidad del trabajo en España
La calidad del trabajo en España se ve afectada no solo por los salarios, sino también por la estabilidad laboral, las perspectivas de futuro, la jornada laboral y la conciliación, las condiciones de trabajo, la formación y la participación. Estos seis elementos conforman el Índice de Calidad del Trabajo, que en el caso español se sitúa un 26% por debajo de la media de la Unión Europea.
España, a la cola de la UE en estabilidad laboral
España se posiciona cerca de la media europea en la mayoría de las dimensiones analizadas, excepto en ingresos y, especialmente, en estabilidad laboral, donde presenta el valor más bajo de toda la Unión Europea. No obstante, se espera que los efectos de la reforma laboral de 2022 puedan mejorar estos resultados a medio y largo plazo.
(Extracto de la newsletter de Giuseppe Liturri)
