La música electrónica francesa ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) por la UNESCO, tras una iniciativa impulsada por el presidente Emmanuel Macron. Esta distinción se suma a la lista anual de la organización, que incluye “prácticas, expresiones, representaciones, conocimientos y habilidades” consideradas patrimonio de las comunidades locales.
Junto con la música electrónica, un total de 14 elementos fueron inscritos en el listado francés de PCI, entre ellos la alta costura parisina, el “Depay” – un estilo de canto y danza propio de Mayotte – y el “Ciamè”, un duelo poético a caballo característico de Córcega.
Este reconocimiento sigue a la inscripción de la cultura tecno de Berlín en la lista de la UNESCO en 2023, después de una larga campaña. Artículo relacionado>>La cultura tecno de Berlín, Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO
El estilo conocido como “French Touch”, que ha sido fundamental en el desarrollo de la música electrónica francesa, está representado por artistas como Daft Punk, Bob Sinclair, AIR, Étienne de Crécy, Cassius, Modjo, Justice y Stardust.
Macron declaró a principios de año que “somos los inventores del electro”, buscando así promover el reconocimiento de la música electrónica francesa.
Tommy Voudkren, fundador del desfile Techno de París y presidente de Technopol, una organización dedicada a la defensa y promoción de la música electrónica, comentó a la AFP:
“La primera vez que lloré por la música electrónica fue cuando me rociaron con gas lacrimógeno y me trataron como a un criminal. Las pequeñas lágrimas que derramo hoy son de alegría, porque nuestra música finalmente ha sido reconocida como patrimonio cultural.”
El año pasado, la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, anunció que los clubes nocturnos serían reconocidos como “actores culturales” bajo una nueva ley, resultado de años de presión por parte de organizaciones como “Culture Nuit”, que agrupa a clubes emblemáticos como Rex Club y Le Badaboum. La inclusión en la lista de la UNESCO consolida este avance, aunque sus beneficios concretos aún son objeto de debate.
