En los últimos días, varios estados de Estados Unidos han reportado un aumento en los casos de norovirus, también conocido como “gripe estomacal”, así como un incremento en los contagios de COVID-19, influenza y otros virus respiratorios, coincidiendo con el periodo de festividades y viajes.
El norovirus es altamente contagioso y causa síntomas como náuseas, vómitos, diarrea y calambres estomacales. La transmisión ocurre fácilmente a través del contacto con superficies contaminadas, alimentos o agua, o por contacto directo con una persona infectada. Las autoridades sanitarias recomiendan medidas preventivas como el lavado frecuente de manos, la desinfección de superficies y el aislamiento de personas enfermas.
Además del norovirus, la temporada de gripe y COVID-19 está en curso, lo que genera una mayor presión sobre el sistema de salud. Los expertos instan a la población a vacunarse contra la influenza y el COVID-19, y a tomar precauciones adicionales durante los viajes, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Hospitales como el de Huntington en Pasadena, California, están observando un aumento en los casos de norovirus y están instando a la población a tomar precauciones y estar atenta a los síntomas. Los médicos también enfatizan la importancia de la higiene personal y la limpieza para prevenir la propagación de estos virus.
Con el aumento de los viajes durante las fiestas, es crucial que las personas sean conscientes de los riesgos y tomen medidas para protegerse a sí mismas y a los demás. La combinación de varios virus circulando simultáneamente exige una mayor vigilancia y responsabilidad individual.
