Los mercados financieros reaccionaron con relativa calma ante los datos de inflación publicados el pasado jueves 18, que revelaron un incremento en los precios al consumo de solo el 2,7% en noviembre, muy por debajo de las expectativas. Incluso los precios “core”, excluyendo alimentos y energía, se mantuvieron en niveles no vistos desde 2021. Sin embargo, la fiabilidad de estas cifras es cuestionable debido a la suspensión de numerosas recopilaciones de datos causada por el reciente cierre de la administración federal estadounidense.
Por el momento, los mercados no parecen expresar preocupaciones significativas. Un posible aflojamiento de la política monetaria por parte de Estados Unidos continúa siendo un factor positivo para el oro.
El lingote de oro se beneficia también de las tensiones geopolíticas, especialmente la reciente escalada entre Estados Unidos y Venezuela. Aunque las compras por parte de los bancos centrales han disminuido ligeramente en intensidad, siguen siendo robustas. Además, se observa un auge en las inversiones en ETFs (incluyendo plata), con compras tan intensas que, según Goldman Sachs, han generado una “competencia con los bancos centrales”. Esta dinámica, al tratarse de un recurso limitado, tiende a impulsar los precios al alza. Goldman Sachs, junto con otras instituciones financieras, prevé que el oro continuará su tendencia alcista hasta 2026, impulsada por la alta demanda estructural de los bancos centrales y el apoyo cíclico de los recortes de la Reserva Federal.
Diversos analistas advierten que, al inicio del nuevo año, es probable que se produzca una fase de volatilidad, provocada por el reequilibrio de los índices de materias primas. El oro y la plata, debido a su apreciación en 2025, serán objeto de ventas (el Bloomberg Commodity Index realizará operaciones durante cinco sesiones a partir del 8 de enero).
Entre las advertencias, destaca la debilidad de la demanda de oro en la joyería, un sector que sigue siendo clave. El aumento de los precios está afectando y se observan signos de debilitamiento en el mercado físico, particularmente en Asia. En India, el consumo se ha mantenido bajo incluso durante la temporada de bodas, y en China, el oro se cotiza con el mayor descuento desde 2020 en comparación con los valores internacionales (un diferencial de hasta 64 dólares la onza la semana pasada, según Reuters).
