El Papa Francisco envió un mensaje a los jóvenes participantes en el 48º Encuentro Europeo de Jóvenes, que se celebra en el marco del “Peregrinaje de Confianza en la Tierra”, una iniciativa lanzada hace medio siglo por el hermano Roger, fundador de la Comunidad Ecuménica de Taizé.
En su misiva, firmada por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, el Pontífice expresó sus cálidos y afectuosos saludos a los jóvenes, reafirmando su cercanía espiritual. El Papa destacó su alegría por la celebración del encuentro en una ciudad con un rico legado religioso, forjado a lo largo de los siglos por el testimonio de numerosos santos que supieron responder, cada uno a su manera, al llamado de Cristo.
Francisco se detuvo en el lema de este año, propuesto por el hermano Matthew, líder de la comunidad: “¿Qué buscas?”. Subrayó que esta pregunta es fundamental y reside en el corazón de todo ser humano, instando a los participantes a no temer responderla, integrándola en su oración y silencio, confiando en que Cristo camina a su lado y se revela a quienes lo buscan con un corazón sincero.
El Sumo Pontífice señaló que, al concluir un año marcado por numerosas pruebas y tribulaciones para la humanidad, la hospitalidad ofrecida a los participantes por creyentes de diversas confesiones y personas de buena voluntad constituye un poderoso mensaje para el mundo entero. Deseó que los momentos de oración y compartir les ayuden a profundizar en la fe y a discernir cómo vivir el Evangelio en la realidad concreta de sus vidas.
El mensaje papal también abordó la importancia del momento actual, coincidiendo con el cierre del Jubileo de la Esperanza y la conmemoración del XVII centenario del Concilio de Nicea. Recordó las palabras pronunciadas durante su encuentro ecuménico en Iznik, Turquía, donde enfatizó que la reconciliación es una necesidad urgente para una humanidad sufriente a causa de los conflictos y la violencia, añadiendo que el deseo de una plena comunión entre todos los cristianos va siempre acompañado de la búsqueda de la fraternidad entre todos los seres humanos.
Finalmente, el Papa León XIV animó a los jóvenes a convertirse en peregrinos de confianza, constructores de paz y reconciliación, capaces de irradiar esperanza y alegría. Entregó a los participantes y a la comunidad de Taizé, junto con su misión ecuménica, a la intercesión de la Virgen María, impartiendo a todos su bendición apostólica.
اللقاء الأوروبي للشبيبة
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas
Los participantes en el encuentro también recibieron mensajes de varios líderes religiosos cristianos, así como del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, quien recordó los años que pasó en Taizé cuando era estudiante, donde encontró fraternidad, sabiduría y esperanza. Guterres señaló que el encuentro tiene como objetivo buscar un camino común para lograr las profundas aspiraciones de los jóvenes, tanto a nivel individual como colectivo. Recordó que los fundadores de la Organización de las Naciones Unidas también eran buscadores de igualdad, dignidad y, sobre todo, de paz, conscientes de que estos ambiciosos objetivos no se alcanzan si no se unen los esfuerzos más allá de las fronteras nacionales y las diferencias étnicas, religiosas y de edad.
El responsable de la ONU destacó que nuestro mundo actual se enfrenta a grandes desafíos, especialmente en lo que respecta a la desigualdad, los conflictos destructivos y las crisis climáticas fuera de control, sin mencionar las graves violaciones de los derechos humanos. Afirmó que la comunidad de Taizé ha demostrado al mundo que el cambio es posible a través del encuentro con un espíritu de apertura, escucha atenta y solidaridad. El Secretario General de las Naciones Unidas deseó, en conclusión, que los participantes encuentren lo que buscan y que su camino sirva de inspiración para la esperanza y la unidad de todos.
